El rebusque de las organizaciones sociales: Cierran comedores y merenderos por la falta de asistencia alimentaria

Frente a la falta de asistencia alimentaria del Estado nacional, los comedores y merenderos de San Juan se la rebuscan para sostener estos espacios de contención en los barrios populares.

Desde la asunción del Gobierno nacional en 2023, los comedores y merenderos populares se la rebuscan para garantizar su continuidad a pesar de los recortes en asistencia alimentaria. Las organizaciones sociales vienen reclamando la entrega de alimentos para comedores comunitarios en un contexto en el que se ha disparado la demanda por este tipo de asistencia.

A mediados del 2023, gracias a un pedido de información pública del medio el Destape, se dio a conocer que el Ministerio de Capital Humano contaba con un total de 5 millones de kilos de alimentos próximos a vencer almacenados en depósitos. Luego de la intervención judicial, se ordenó al organismo a cargo de Sandra Pettovello la distribución de esos alimentos, sin embargo, hubo lugares a los que nunca llegaron. Desde antes de aquel escándalo hasta el día de hoy, las organizaciones se esfuerzan para gestionar alimentos, talleres y espacios de contención para niños, niñas, adolescentes y adultos de los barrios populares.

En muchos casos, el Gobierno provincial asumió la responsabilidad de cubrir la asistencia alimentaria que dejó de proveer Nación. En muchos otros, los comedores y merenderos debieron disminuir los días de funcionamiento o incluso cerrar. Este es el caso de muchos espacios de contención integral de la Asociación de Amas de Casa del País. Estos espacios otorgan merienda, clases de apoyo y capacitaciones laborales. Según la presidenta de la asociación, Laura Vera, hasta el año 2023 contaban con 43 merenderos de los cuales sólo 26 continúan en funcionamiento y son eventuales, es decir,  no funcionan a diario. Se trata de una reducción de casi la mitad. Vera declaró que “por la falta de posibilidades hay mucha demanda pero hay cada vez menos lugares donde lo podemos sostener”. 

Las que sostienen los lugares son las compañeras que cada vez están peor”.

Para la referenta, la mayor dificultad para sostener los espacios está dada por el incremento en los servicios. Vera señala que si bien el precio de los alimentos —a excepción de la carne— tiene cierta estabilidad, “la gente hace rato ha perdido la capacidad de comprar alimentos variados y nutritivos” porque le da prioridad al pago de las boletas de servicios.

Cabe señalar que la Asociación de Amas de Casa lleva a cabo su propio relevamiento de precios y canastas básicas en paralelo al del INDEC. En ese sentido, Laura Vera destaca: “El INDEC sigue publicando porcentajes que sólo incluyen alimentos, pero no servicios ni alquiler, que es lo que más ha aumentado”. 

Integrantes de Amas de Casa del País en la sede central.

Por último, la referente aclara que “por parte del Estado nacional lo único que sigue siendo garantizado es el conocido “Potenciar Trabajo” que ahora forma parte de un nuevo plan llamado “Volver al Trabajo” y que ya no exige una contraprestación”. Sin embargo, este monto, congelado en $78 mil pesos desde diciembre del 2023, es recibido por integrantes de la organización y sirve a los fines de sostener las tareas de los espacios. En cuanto a provincia, Vera explica: “La provincia sí provee el módulo alimentario a las compañeras que son parte de las institución”.  

Aumento de la demanda alimentaria

Según datos que arrojó el Registro Nacional de Comedores Comunitarios (ReNaCoM) creado en 2020, para el año 2022 San Juan contaba con un total de 18 comedores y 70 merenderos registrados en el territorio provincial, sin contar todos aquellos que funcionaban por fuera del registro. Esos espacios registrados proveían de alimentos a un estimado de 10000 personas. Según declaraciones recientes de Lorena Acosta, Directora de Emergencia y Políticas Alimentarias, al día de hoy la provincia cuenta con alrededor de 600 merenderos distribuidos en distintos departamentos.

La organización La Garganta Poderosa, mejor conocida como La Pode, cuenta con un merendero y comedor en el Barrio Malvinas II en Chimbas y otro merendero en Punta del Agua, en 25 de mayo. Anteriormente, Punta del Agua funcionaba como comedor pero, debido a las dificultades para sostenerlo, actualmente sólo proporciona meriendas. Este merendero sí cuenta con el apoyo de provincia.

La referente barrial Ana Pizarro explica que el único comedor en funcionamiento es el del Barrio Malvinas II. Sin embargo, antes funcionaba dos días a la semana y ahora sólo un día: “Asisten alrededor de 200 personas porque no solo entregamos a las infancias sino que a un grupo de familiares y de adultos mayores”. En cuanto al merendero, sí funciona todos los días aunque sólo provee de merienda dos veces a la semana. Más que la alimentación, lo que buscan garantizar es un espacio de contención a los niños, niñas y adolescentes del barrio con talleres de alfabetización, cultura y deporte.

“Gracias a dios con ayuda de donaciones de particulares hoy estamos pudiendo sostener una merienda saludable y fresca para los chicos. Todo por la autogestión y la ayuda de particulares», comenta Pizarro. Al ser consultada por la situación en años previos, la referente explica: “Antes el gobierno nacional mandaba cada tres o cuatro meses camiones con mercadería. Desde septiembre del 2023 eso se cortó. En diciembre del 2023 lo de provincia también se cortó, hasta el año pasado en octubre que fue la primera vez que pudimos recibir 30 módulos nada más”.

Pizarro también comentó que, no sólo se cayó la asistencia de Nación si no que también se cortó el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, más conocido como PNUD que permitía a la organización conseguir otros recursos con los que ya no cuentan.

Algo que destacan quienes forman parte de las organizaciones sociales es que los comedores funcionan en casas particulares de vecinas que ofrecen sus hogares para el desarrollo de las actividades.

Por su parte, Federico Molina, integrante de Patria Grande San Juan, comentó que actualmente desde un sector del Movimiento de Trabajadores Excluídos(MTE) gestionan 3 comedores y 17 merenderos, distribuidos en los departamentos de Pocito, Rivadavia y Rawson. Frente a la falta de respuestas estatales hace unos meses se inició desde el MTE la campaña nacional «Ningún pibe con hambre» donde voluntarios podían sumarse y aportar económicamente por única vez o suscribirse mensualmente. “Gracias al aporte de miles de argentinos que solidariamente ponen un grano de arena, hoy nuestros espacios pueden costear parte de los recursos que se necesitan para cocinar. Si no fuese por la organización de esa campaña hoy ninguno de esos espacios podrían estar funcionando, lo que significaría una deficiencia alimentaria aún más grande en nuestros barrios”, concluye Molina. 

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