Desesperada situación de merenderos y comedores en San Juan: no llega comida

El hambre no espera. Ahí donde debería haber presencia del Estado, están las organizaciones sociales, hoy en el ojo de la tormenta. Un recorrido por los espacios sociocomunitarios de la provincia que alimentan a miles de personas.

En San Juan, como en el resto del país, la situación de los merenderos y comedores comunitarios es crítica. En muchos casos, los alimentos que llegan para darle de comer a miles de chicos y adultos provienen de Nación, en otros casos de Provincia y también de los municipios. Bueno, o al menos hasta hace poco era así.

En estas últimas semanas, organizaciones sociales que gestionan estos centros asistenciales denunciaron que no están llegando los alimentos desde Nación. Por estas horas, la principal apuntada es la ministra de Capital Humano, Sandra Pettovello.

Según las fuentes consultadas por este medio, los comedores y merenderos de la provincia apenas están subsistiendo con ayudas diversificadas, y en muchos casos, ni siquiera alcanza.

Diversidad de merenderos y comedores, una misma realidad

Es importante descatar la enorme labor que realizan las organizaciones socio-comunitaria en momentos de crisis, llegando a sectores vulnerables donde debería estar el Estado. Es a través de ellas que millones de pibes y pibas pueden acceder a comidas diarias en todo el país. En San Juan, hay varios grupos que realizan este tipo de tareas en los barrios populares.

La dura realidad que atraviesan estas organizaciones tienen un correlato en la crisis económica en la que está sumergido el país. Si bien todas tienen maneras de gestión y de financiamiento diferentes entre sí, su tarea cotidiana se enaltece cuando empezamos a conocer los impactos inmediatos que tienen en los sectores más desprotegidos y cómo buscan sobreponerse a este difícil momento.

Desde la organización Nuestramérica, que en la provincia realiza trabajos comunitarios en doce merenderos -unos 700 niños y niñas aproximadamente en total- y siete comedores -230 personas-, indicaron que desde Nación ya «no están mandando absolutamente nada» y que está «todo parado, sin respuestas«.

Trabajadora comunitaria de los comedores que gestiona Nuestramérica en San Juan.

Eduardo Camus, referente de Nuestramérica, indicó a La Mecha que estaban subsistiendo «con algo de mercadería que mandaban desde los municipios, pero nosotros tuvimos que parar todo. Hoy -los merenderos- están cerrados. Están destruyendo todo el tejido comunitario basado en la solidaridad, lo que salvó a miles de personas en el peor momento de la pandemia. Es un ajuste brutal sobre sobre las personas más vulnerables».

El trabajo de las mujeres en los comedores y merenderos es fundamental para asistir a cientos de chicos.

La organización La Poderosa tiene dos comedores en dos sedes, una está en el Barrio Malvinas II -en Chimbas– y la otra en Punta del Agua -25 de Mayo-. Según indicaron a La Mecha, en Chimbas no han recibido nunca alimentación ni para hacer merienda ni para hacerles cena a los chicos. Además, no reciben ayuda de Provincia desde noviembre del año pasado y desde Nación la última fue en septiembre.

En Malvinas II, en el comedor se están dando 210 raciones (entre adultos y niñez), mientras que en el merendero son 80 raciones para la niñez. En Punta del Agua son 113 raciones las que se dan entre comedor y merienda.

«No sabemos si ahora desde el municipio nos van a querer ayudar, eso que en varias ocasiones hemos pedido que se nos ayude con el tema del comedor y merendero y nunca recibimos respuesta. Estamos a la espera de ver qué pasa con todo esto. Sinceramente se nos está haciendo muy duro a las vecinas seguir sosteniendo estos espacios, al igual que las compañeras en Punta del Agua«, sostuvo Cecilia de La Poderosa.

Las vecinas que sostienen el merendero en el barrio Malvinas II, en Chimbas.

De hecho, para poder sostener el espacio tienen que hacer ventas de semitas, pan y empanadas, además de realizar bingos y rifas. En esa situación, no pueden funcionar todos los días, por lo que lo hacen solo dos veces por semana. «Estamos viendo de qué manera buscamos otra solución para poder seguirlo sosteniendo», comentaron.

Somos Barrios de Pie, que supo tener más de 50 merenderos y comedores en San Juan, nunca tuvo asistencia alimentaria ni desde Provincia ni de municipios. «Nosotros tenemos la aplicación de una manera distinta a lo de alimentos y el año pasado sí se recibía de Nación, un poco más estirado, cada dos meses, pero ahora no se recibe absolutamente nada«.

Según contó Mauro Godoy, referente de esta organización, los merenderos fueron cerrando «porque los chicos estaban comiendo en sus casas, La administración que hacíamos era darles para que se lleven a la casa, así funcionó estos últimos tres años desde de la pandemia«.

Sobre la situación actual, Godoy expresó que «ahora es impresionante, desde diciembre hasta hoy, porque la gente va a buscar alimento a los lugares donde creía que estaban los merenderos, creían que estábamos dando. Ha vuelto gente mayor y familias completas, y es por eso que nosotros vemos esta situación de emergencia. Si estamos haciendo ollas populares y estamos articulando con otras organizaciones de la comunidad cuando sí hay alimentos«.

Otra organización que gestiona espacios comunitarios es la Corriente Clasista Combativa (CCC). Según indicaron, tenían 40 merenderos y unos 20 comedores. «La misma imposibilidad de sostenerlos ha hecho que algunos vayan cerrando o abriendo muy pocos días».

Cecilia Rosa, referente de la CCC, advirtió que «todo eso se ha ido achicando desde el año pasado con la inflación y la falta de entrega de alimentos. Esto viene mermando, incluso acá en la provincia nos entregaban para dos merenderos y con esos dos merenderos nosotros tratamos de estirarlo. Hacemos casi 40, y obviamente que funcionan un día a la semana, no pueden funcionar todos los días«.

Las ollas populares también son una herramienta de las organizaciones sociales para alimentar al pueblo.

Además, acusó a la crisis económica por la falta de donaciones: «En un momento había mucha solidaridad de los comerciantes que se copaban, las verdulerías, los almacenes, las carnicerías, te iban dando una mano. Pero después con la misma crisis eso también se empezó a cortar. Lo de ahora ya es extremo, porque directamente la ayuda alimentaria se ha cortado«, indicó Rosa.

Esta organización recibía ayuda alimentaria de unos 600 módulos alimentarios de Provincia. «Este Gobierno nos la ha recortado a la mitad, estamos también en negociaciones por eso con la nueva administración de acá del Ministerio de Desarrollo Humano de la Provincia. De los municipios, nada«, agregó.

Angelica Molina gestiona el merendero sociocomunitario En Tí Confío en el Barrio Wilkinson. Afirmó a este medio que solo la llamaron desde la Municipalidad de Rivadavia: «Me llamaron y me pidieron la lista de cantidad de gente recibe la merienda, ya fui a llevar el listado de la gente que la recibe y me dijeron que cuando llegue la mercadería para merenderos y comedores me avisan». De igual modo, por el momento este espacio está cerrado hasta marzo.

La casta, eran los merenderos populares.

El Ministerio de Capital Humano, «en un cumple»

En las últimas horas, desde la Cartera que dirige Sandra Pettovello informaron sobre la firma de un convenio de asistencia alimentaria con la Alianza Cristiana de Iglesias Evangélicas de la Argentina (ACIERA) para que «reciba ayuda directa y sin intermediarios».

El chiste se cuenta solo.

Si alguien no entendió el chiste, acá va la explicación (aunque así ya no tiene gracia): con el objetivo de evitar a las organizaciones sociales como intermediarias de la ayuda alimentaria, el Gobierno nacional eligió a las Iglesias Evangélicas como nuevos mediadores para brindarle asistencia alimentaria a niños, ancianos y personas con discapacidad.

Por cierto, en la mañana de este lunes se realizó la denominada «Fila del hambre» en la oficina de la ministra Pettovello en la Ciudad de Buenos Aires, conformada por dirigentes y asistentes a comedores y merenderos de los movimientos sociales agrupados en la Unión Trabajadores de la Economía Popular (UTEP). Luego de haber dicho la semana pasada que escucharía “uno por uno la gente que tiene hambre”, hoy la funcionaria anunció que no recibirá a las personas que desde esta mañana se acercaron hasta su cartera para pedir alimentos.

Mientras tanto, en su primera declaración pública desde la asunción de Milei, la Comisión Ejecutiva de la Conferencia Episcopal, a través de sus obispos, advirtió sobre la gravedad de la situación social asegurando que “el pan de cada día es un clamor de justicia” y señalando que es necesario anticiparse para que no se profundice la crisis alimentaria. Los obispos pidieron que se continúe con la asistencia y aporte a los espacios comunitarios y colectivos, mientras se realizan auditorías.La comida no puede ser una variable de ajuste”, sentenciaron.

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