Subversivos Al Sistema: estudiantes de secundarios buscan cambiarlo todo

En San Juan, pibas y pibes se organizan en las escuelas reclamando un sinfín de políticas educativas: salud mental, prevención del suicidio adolescente, Educación Sexual Integral, entre otras. Quiénes son, qué piensan, cómo funcionan, qué hacen y cuáles son sus sueños.

Jueves 22 de septiembre de 2022 – 20:03hs

Septiembre nos invita a celebrar la juventud y la primavera. Los edificios escolares se llenan de flores de cartulina y los festejos se dan en las escuelas, pasando por lugares que las instituciones alquilan para realizar la estudiantina, hasta llegar a los festejos oficiales “de la juventud”, impulsados por el Gobierno de la Provincia, que se extienden toda esta semana y cuentan con la presencia de artistas de alcance internacional, nacional y local. Sin embargo, este año la primavera es antecedida por hechos que conmocionaron a toda la sociedad sanjuanina y, particularmente, a las comunidades educativas de toda la provincia.

Hace semanas, el suicidio de una adolescente que tomó estado público visibilizó otros casos sucedidos en lo que va del año y puso en agenda la problemática. En la nota publicada por La Mecha el 26 de agosto, se afirma que “en lo que va del año 2022 los suicidios ocurridos en San Juan aumentaron de forma considerable en comparación con años anteriores según datos de la Comisión Provincial de Prevención del Suicidio. La problemática afecta particularmente a jóvenes de entre 15 y 29 años, el sector etario más vulnerable”. Vista la situación, desde el Gobierno de San Juan, más precisamente desde el Ministerio de Salud Pública, se activaron diferentes medidas parche que buscaron dar respuesta a la problemática frente a la opinión pública. Por su parte, la ministra de educación, Cecilia Trincado, declaró ante la prensa que el próximo jueves 22 y viernes 23 de septiembre las escuelas sanjuaninas frenarían el dictado de clases para realizar jornadas de reflexión.

Las prácticas auto lesivas y el suicidio en adolescentes son síntomas de muchas otras problemáticas sociales que ponen en el centro las formas y prácticas de crianza, es decir, a las familias, y a las instituciones educativas. Por su parte, los medios de comunicación hegemónicos y tradicionales nos muestran permanentemente diversos estereotipos asociados a la adolescencia y la juventud. En este sentido, Florencia Saintout señala que “el 70 % de las noticias sobre jóvenes se publican en la sección policial”.

Ante estos sucesos, surgen miles de preguntas sin respuestas. La discusión no solo alcanza los ámbitos institucionales, sino que encuentra asidero en las mesas familiares, en las conversaciones al paso, en las charlas con amigos. Todas las miradas coinciden en que el Estado debe brindar respuestas. Esto se vio plasmado en la Primera Marcha de Jóvenes por la Salud Mental, donde al menos un centenar de adolescentes sanjuaninos reclamaron políticas de contención y acompañamiento. Esta movilización pacífica fue organizada por un grupo de adolescentes que, preocupados por las problemáticas que atraviesan al colectivo, decidieron ponerse en movimiento.

En una sociedad que privilegia la mirada y la opinión de los adultos como únicas posibilidades para solucionar los problemas que atañen a las adolescencias, ¿Qué piensan las mismas adolescencias sobre esta problemática? ¿Qué influencia tienen según ellos el sistema educativo y las formas de crianza? ¿Cuáles son sus propuestas para cambiar o mejorar sus realidades?

Javier, Lourdes y Yesenia tienen 16 años y cursan 5° año del Ciclo Orientado de Educación Secundaria. Aunque son solo un tercio de los adolescentes que forman el grupo, en ellos tres puede reflejarse la constitución diversa que lo conforma. Javier estudia en una escuela técnica de doble jornada, mientras que Lourdes cursa en un colegio preuniversitario y Yesenia en uno de gestión privada.

Javier y Lourdes en la Primera Marcha de Jóvenes por la Salud Mental.

¿Cómo surgió la idea de juntarse para empezar a activar?

Lourdes: Fue en junio, cuando un amigo se suicida y yo subo una historia diciendo que el colegio no había hecho nada, que no nos había acompañado… Y Javi me responde “che, pero hagamos algo nosotros, porque no puede ser que se quede así”. Y en ese momento dijimos “sí, hagamos algo”, pero quedó ahí… y después vimos que la problemática se seguía incrementando, y dijimos “¡Basta!”.

Javier: La cuenta de Instagram @subversivos_al_sistema se creó el 19 de agosto, que hicimos la primera publicación, o sea, tiene un mes recién. Al día ya teníamos 200 seguidores y fue impresionante como empezó a crecer.

Lourdes: Lo primero que publicamos fueron las propuestas. Que eran cosas que veníamos hablando con Javi. Y a todos les gustaron las propuestas, y empezaron a compartir.

La cuenta de Instagram cuenta con 768 seguidores a la actualidad. Cargas horarias justas, Educación Sexual Integral, Prioridad en la Salud Mental y las emociones, fomentar habilidades, gabinete capacitado, centros de estudiantes en todas las escuelas, clases dinámicas y charlas constituyen el listado de propuestas que estos adolescentes hacen para cambiar su educación y la de las generaciones venideras.

¿Y cómo surgen las ideas para construir estas propuestas? ¿De dónde vienen esos conceptos?

Lourdes: Fue sobre todo en base a nuestra experiencia. Y a lo que nosotros nos gustaría tener en el sistema educativo. En mi caso particular, mi mamá siempre nos ha hablado de que nos veía frustrados por la escuela, no yendo a los asados familiares los domingos por hacer deberes… y toda mi infancia fue así, de exigirme y hacer cosas… Y ella me decía que esto tendría que ser como en otros lugares donde no se evalúa con nota numérica sino por lo que son capaces de hacer, se implementa el sistema Waldoorf… y ahí yo comencé a investigar por mi cuenta, para saber más… en Internet, sobre todo.

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Javier: Si, y a partir de las charlas con ella empezamos a buscar en Internet… en las redes también hay mucha información… y nos ayuda a ver como se manejan los sistemas educativos en otros lugares y ver ideas que se podrían implementar acá.

Lourdes: Cuando Javi me contó las ideas que él tenía yo me di cuenta de que era muy parecido a lo que planteaba el sistema Waldorf, y de ahí surgen las ideas para las propuestas.

La actividad del grupo se incrementó a partir de la organización de la Marcha de Jóvenes por la Salud Mental.

Javier: A partir del último caso que se conoció en los medios, algunos chicos hicieron un Flyer convocando a la Plaza Laprida el jueves 17. Y nosotros lo compartimos porque nos parecía que estaba bueno, pero ni siquiera podíamos ir porque estábamos en la escuela a esa hora o teníamos otras responsabilidades. Y como nunca se conocieron los verdaderos iniciadores de esa convocatoria muchos pensaron que nosotros organizábamos y empezaron a compartir y a etiquetar nuestra cuenta. Y así, cambiando horarios y hablando entre nosotros pudimos concretar y aceptar esa responsabilidad de encabezar la convocatoria. Y ahí hicimos otro Flyer y lo empezamos a compartir a profesores, a padres, alumnos…

La tarde de la marcha, que comenzó su recorrido en Plaza Laprida para llegar hasta el Centro Cívico, los adolescentes y una mamá fueron recibidos por la Ministra de Educación, Cecilia Trincado. En una reunión que duró alrededor de una hora, el colectivo hizo entrega de un escrito con sus propuestas.

Subversivos Al Sistema en la Marcha por la Salud Mental

¿Qué fue lo primero que le plantearon a la ministra?

Lourdes: La necesidad de charlas. Charlas de ESI y de primeros auxilios. También le pedimos que haya un gabinete interdisciplinario en cada escuela y más contención y acompañamiento.

Javier: El fin de “Subversivos al sistema” no es solamente que se implementen gabinetes interdisciplinarios, sino que también se implementen muchos cambios en el sistema educativo, que como conocemos tiene una historia de más de 200 años y que en muchos puntos sigue siendo el mismo.

Lourdes: Pero sabemos que tenemos que ir de a poquito, porque si le decimos a la ministra que queremos cambiar todo ya se va a abrumar (se ríen).

¿Y qué respuesta les dio la ministra en esa reunión?

Lourdes: Nos escuchó y nos dijo que había muchas cosas que no estaban a su alcance porque dependían del ministerio de salud. Porque nosotros le decíamos de la necesidad de mayor presupuesto y mejores sueldos para los profesionales de la salud mental.

¿Cuál es el problema más grande que tiene la educación?

Javier: Falta de Educación Sexual Integral y las notas numéricas.

Lourdes: Las exigencias desmedidas y las cargas horarias excesivas. Yo paso más tiempo en la escuela que en mi casa.

¿Cuál es el diagnóstico de la situación actual de la ESI que ustedes hacen en San Juan?

Javier: Desde mi experiencia y de lo que se por amigos de otras escuelas, en San Juan la ESI es casi nula. Yo entré a la escuela en 2018 y nunca tuve ni siquiera una charla o jornada de educación sexual. Y es algo que se necesita mucho.

¿Y en las materias tampoco?

Javier: No, en las materias no. A los docentes se les pidió que dieran charlas, pero hay profesores con otro criterio que tratan de no tocar el tema porque tienen una perspectiva muy personal y no laica. Pero es algo urgente que debería mejorar un montón. Hay problemáticas muy graves como el embarazo adolescente… o la pornografía, que está al alcance de todos, y eso les hace muy mal a los adolescentes y a los chicos que están entrando a la adolescencia.

Lourdes: Y eso los hace sexualizarse a una corta edad y puede llevar a problemas. Por ejemplo, yo tengo una amiga que me decía que ella creía que todavía era virgen porque nunca había sangrado. Y yo intentaba explicarle, pero ella no podía entender. Y ahí te das cuenta de la falta de educación sexual integral. Y respecto de la ESI en las materias… creo que tampoco debería recaer en los profesores. Ellos no son profesionales para eso.

¿Qué opinan de los discursos que dicen que la Educación Sexual Integral debería ser cosa exclusiva de la familia y no de la escuela?

Javier: No estoy de acuerdo. No todos los padres son laicos y las creencias religiosas influyen mucho en eso. Cada religión tiene una visión de la sexualidad. Por ejemplo, en la religión católica se tienen que mantener las parejas heterosexuales, y no hay otra posibilidad y la sexualidad es para procrear. Entonces los padres lo explicarían desde su punto de vista y quizás se favorecerían discursos homofóbicos u otros problemas muy importantes, que al no tener el espacio en la casa no se plantean a los padres.

Lourdes: También es un tema de salud. La protección en las relaciones sexuales no es solo para no quedarse embarazada. Y hay un montón de infecciones que se pueden transmitir. Y eso no te lo explican bien en la escuela.

Yesenia: Desde que entré al colegio que le hacen firmar a mis padres un papel donde ellos autorizan a que yo reciba clases o charlas de ESI en la escuela. Pero esas charlas nunca sucedieron ni se mencionaron. Solamente era esa hoja. Este año mis padres volvieron a firmar ese papel y preguntaron si este año efectivamente se abordarían contenidos de ESI. Y nos dijeron que sí. Y recién en este último trimestre van a implementar charlas de ESI en dos materias: Psicología y Biología. Esas dos profesoras se han capacitado. También opino que esas charlas también tienen que darse en la casa. Pero entiendo la realidad de otros compañeros que tienen padres que son más limitados a la hora de hablar esos temas, y por eso hace falta poder hablarlo en la escuela. Anteriormente recibí una charla de Educación sexual en la primaria solamente.

Lourdes: Claro, en 6° de la primaria, antes del viaje de estudios te dan una charla por lo general.

¿Y lo del sistema de calificaciones? ¿Cómo piensan que sería el sistema de evaluación ideal?

Lourdes: A mí me gustaría que me evalúen por lo que sé y no por lo que me estudié de memoria y textual. Que me vayan evaluando en proceso. Por ejemplo, mi hermano va a una escuela donde no les dicen cuando les van a tomar prueba, sino que se lo dan como una fotocopia y ellos lo hacen. Entonces no pasan ese momento de nervios, de ansiedad… y los evalúan por lo que ellos realmente saben, no por lo que se aprendieron exclusivamente para la prueba. De hecho, está comprobado y hay una publicación en nuestra página, de que las notas numéricas contribuyen a mayores niveles de ansiedad, estrés, frustración y depresión.

¿Qué sucedió con la mateada que había organizado una psicóloga, que después se suspendió?

Javier: Fue un tema bastante complicado. En principio, varios psicólogos, pero principalmente la Lic. Ana Sánchez, convocaron a una mateada con adolescentes para que tengamos un espacio para charlar y expresarnos. Pero del Colegio de Psicólogos amenazaron con sacarle la matrícula.

Lourdes: Claro, porque le decían que no podía dar terapia gratis. Y no era terapia, simplemente era un espacio supervisado por una profesional para que nosotros pudiéramos tener un momento tranquilo y expresarnos, hablar lo que nos pasa.

Javier: Y por un lado “capitalista” se entiende que no le hayan permitido estar en la mateada, pero también es una realidad que no todos pueden pagar un psicólogo ni un espacio para que les digan a los padres que hay que derivarlo a psicólogo.

Lourdes: En la marcha había un cartel que decía “Mi psicólogo sale más que la cuota de mi escuela”. Y es una problemática de todos los jóvenes el acceso a la salud mental.

Yesenia: Pero igual decidimos hacer la mateada. Nos comunicamos con la psicóloga y le dijimos que nosotros nos íbamos a juntar igual porque había muchos chicos que se habían prendido para participar y tener un espacio para hablar es muy importante y que queríamos que ella esté, no como psicóloga sino como acompañante. Y nos dijo que no podía porque a raíz de esto le iban a hacer un seguimiento por un tiempo. A mí eso me pareció innecesario. Porque ella solamente iba a hacer que los chicos pasen un lindo momento, que se despejen de lo que está pasando… porque somos muchos a los que nos afecta lo que está pasando y les da miedo… Y cuando hicimos la mateada, lamentablemente sin la psicóloga, nos dimos cuenta cuanto necesitábamos ese espacio.

¿Y qué tal estuvo esa mateada? ¿Qué hicieron? ¿De qué hablaron?

Yesenia: Estuvo muy linda. Hicimos juegos y los chicos se soltaron. De verdad que fue algo muy hermoso porque los chicos se soltaron y compartieron… y la mayoría no nos conocíamos entre todos…

Lourdes: Y lo que más hablamos fue sobre los problemas familiares, problemas consigo mismos, problemas en la escuela… Fue muy lindo porque después de la mateada recibimos en la cuenta mensajes muy lindos, mensajes de apoyo. Y quedamos en un principio en hacer estas mateadas dos veces al mes, pero después nos dijeron “no, háganla más veces”. Y también nos agradecían y nos decían que habían podido hablar sobre cosas que les estaban haciendo muy mal. En un principio me dio un poco de miedo porque al hacer catarsis alguno se podía desbordar, por eso era importante que esté la psicóloga… pero por suerte salió todo bien. Y nos fuimos todos muy alivianados.

Yesenia: Y a raíz de que se dio ese espacio de contención y escuchado creamos la cuenta secundaria que se llama @subversivos_apoyando. Esa cuenta tiene la finalidad de dar apoyo emocional. Y si bien no somos profesionales, los chicos saben que pueden escribir ahí siempre que lo necesiten. Hay muchos que no pueden pagar un psicólogo y no se animan a hablar con nadie, pero si pueden enviarnos un MD y al menos hablar de los que nos pasa y tener algo de ánimo que le podemos dar.

Alrededor de 50 adolescentes participaron en la mateada organizada por “Subversivos al sistema”.

¿Cómo creen que ha afectado la pandemia a los adolescentes?

Lourdes: Yo en pandemia la pasé muy mal. No hubo contención de la escuela para nada. La escuela básicamente te reprochaba porque no mandabas las tareas virtuales y yo estaba en un cuadro depresivo muy grande, donde yo estaba todo el día acostada y no podía tocar las cosas de la escuela porque me ponía muy mal, y que los profesores no te apoyaran y que solamente te digan “callá tus emociones y hacelo” fue muy feo. Encima de que me sentía mal por toda la situación, me sentía una inútil por no poder hacer las cosas de la escuela. Y después, a fin de año, la profesora de orientación y tutoría, que se supone que es especialista en eso, nos dijo “los que no se han puesto las pilas no van a poder elegir especialidad porque no son tan buenos”.

Yesenia: En mi caso, en el primer trimestre de clases en cuarentena mandaban dos trabajos por mes en cada materia. Para mi estaba muy bien eso, era razonable, considerando que no nos explicaban presencialmente. Pasada esa etapa comenzaron a llegar trabajos, y trabajos, 50 puntos cada trabajo… y si no tenías posibilidad de unirte a la clase sincrónica virtual te mandaban un trabajo mucho más largo. Mandaban mucho más que lo común en presencialidad. Y eso era sumamente desmotivador. Yo al principio intentaba entregar todo, pero al final terminé dejando muchos trabajos sin hacer. Esa exigencia a mí me cansó, porque presencialmente no hubiera pasado. Y fue muy agobiante. Y lo peor es que me guardaba todo eso y a raíz de eso tuve que ir a terapia. Y la verdad que doy gracias de poder ir a la psicóloga porque me ayuda un montón.

Javier: A mi particularmente me afectó la metodología, porque al menos en mi escuela, no teníamos posibilidad de comunicarnos con el profesor. Descargábamos las guías de un drive, las hacíamos y la volvíamos a subir antes de una fecha límite. Cero feedback, cero explicaciones. Y además teníamos miedo, estábamos en pandemia. Teníamos miedo de que se muriera un familiar… Y llegó un momento en que dejé de entregar las guías porque no entendía nada. A todo esto, se sumó que comencé con trastornos alimenticios y tuve que empezar nutricionista y psicóloga. Por suerte puedo ir a la psicóloga. Pero también por otro lado, yo siento que aproveché el tiempo que no estuvimos en la escuela porque pude aprender cosas que jamás te enseñarían en una escuela. Tener la posibilidad de acceder a Internet me ayudó mucho a aprender a hacer cosas mirando tutoriales. Pero en general, creo que el efecto más grande que sufrimos los adolescentes es que nos estamos cerrando cada vez más. Nos cuesta hablar. El no poder juntarnos, estar con nuestros amigos, socializar fue algo que cayó como una bomba y cambió la adolescencia para siempre.

Hoy en día se habla de que vivimos una sociedad violenta. ¿Qué piensan?

Lourdes: Si… es muchos sentidos. No necesariamente yendo a la violencia física, pero sí. Por ejemplo, los discursos sobre el cuerpo y el peso… que tenés que estar flaca, y ser así… y eso es violencia moral, te hace mal… y puede tener consecuencias más graves…

Javier: Vivimos en una sociedad re violenta, donde el capitalismo de la estética es gigante. Por las mismas series, películas ves los estereotipos que tenés que cumplir. No tenés que ser afeminado, tenés que ser masculino. Como tienen que ser las mujeres, como tienen que tener las caderas… Y eso te hace mal. En la industria del entretenimiento el gordo es amigo soltero y chistoso y la gorda es la tonta. Y siempre el amor es heterosexual que terminan re bien y todos felices para siempre.

Lourdes: Ella rubia, flaquita; el más alto que ella, siempre un poco más grande en edad, un año lo ideal… (risas).

¿Cuáles son esos primeros pasos que hay que dar para cambiar el sistema educativo?

Lourdes: En principio deberíamos implementar los centros de estudiantes, los gabinetes en cada escuela y las charlas periódicas sobre diversos temas de interés. Los centros de estudiantes pueden funcionar como una herramienta muy buena para la comunicación con los directivos… y también se pueden hacer actividades, charlas que nosotros proponemos desde el centro de estudiantes y eso está buenísimo. Y queremos centros de estudiantes que sirvan, es decir, que las autoridades verifiquen que funcionen bien… se debe plantear un estatuto democrático y toda la cuestión.

¿Qué opinan del movimiento de Docentes Autoconvocados?

Javier: Apoyamos la lucha docente. Hay maestros que tienen que cubrir un montón de horas para poder llegar a fin de mes. Hay muchas familias donde los dos padres son docentes y trabajan en doble turno… y también influye en su desempeño… llegan saturados a dar clases. Necesitan un sueldo y condiciones mejores.

Lourdes: Yo no estoy muy segura de lo que quiero estudiar, pero me gusta historia, y una de las formas de estudiar historia es siendo profesora. Y me gustaría que el día de mañana, si yo soy alguien que va con todas las ganas y mi paciencia a aguantar algunas situaciones que por ahí… los adolescentes pueden ser complicados… y estas dando todo de vos y que no te valoren económicamente todo el trabajo y el esfuerzo, sería frustrante. Los profesores son fundamentales para la sociedad.

Yesenia: Yo tengo familia docente. Todas mis hermanas son docentes. Y ellas la pasan mal porque no les alcanza el sueldo para poder irse a vivir solas y tener su espacio. Trabajan en varias escuelas, están todo el día de acá para allá y ni siquiera tienen plata como para tener su lugar.

¿Qué dicen sus padres de toda esta movida que están haciendo?

Lourdes: Tanto mi papá como mi mamá me apoyan. Mi papá nos hizo una pancarta que fue la que encabezó la marcha y subió un estado re lindo expresando que está orgulloso de esto que estamos haciendo. Y mi mamá está feliz, porque estoy tomando como base todo de lo que ella siempre me habló.

Javier: Mis padres también me apoyan. Con mi mamá pude charlarlo y explicarle bien. A mi papá le costó un poco más entender, porque lo ve muy difícil de cambiar algo que está así hace tantos años. Pero si no lo intentamos tampoco vamos a lograr nada.

Yesenia: Mi familia empezó a hablar más que nada de la palabra subversivos. Y hemos recibido algunos mensajes sobre eso, porque tiene un significado histórico que resulta chocante.

Lourdes: Claro, muchos lo han tomado por el significado histórico de la palabra y no por el significado en sí de la palabra. Y una persona subversiva es aquella que es capaz de subvertir lo que está planteado tradicionalmente. Entonces, es eso… subvertir este sistema que viene hace un montón y que dicen “no, es algo tradicional y no lo podemos cambiar”. No, si se puede cambiar. Y hay que cambiarlo.

Javier: Pero es muy lindo poder movilizarnos y encontrarnos con más gente que piensa parecido y que piensa que podemos hacer algo para cambiar el sistema educativo.

¿Toman consciencia de que están generando algo diferente? ¿Algo a lo que en San Juan no estamos acostumbrados?

Ante la pregunta se miran cómplices y emocionados sueltan pequeñas carcajadas.

Lourdes: Cuando estábamos en la marcha y miramos para atrás con Javi y decíamos “pará, estamos moviendo todo esto” … y aparte con mucho miedo… porque yo pensaba “toda esta genta la trajimos acá nosotros”.

Javier: Pero eso también es lo que te motiva a seguir. Somos adolescentes apoyando. Y al ver que muchos chicos tienen las mismas problemáticas que nosotros, estamos haciendo esto. Si bien es algo que por ahí se esperaría que hagan los adultos, porque tampoco separamos nuestro ser adolescente, y que está el típico estereotipo de que los adolescentes viven perdidos en el teléfono y que les importa más la joda que algunas problemáticas que viven día a día y que se dan por vencidos. Si bien, hay una parte de realidad en eso, también tiene una raíz… y eso también nos hace plantearnos la pregunta de por qué somos así los adolescentes de hoy en día. Y por suerte pudimos llegar a comprender que la mayoría de esas problemáticas tienen que ver con el sistema educativo y podemos difundir nuestras ideas.

Lourdes: Además siempre estamos abiertos a nuevas propuestas, porque no es algo que solamente estamos planteando nosotros, sino algo que planteamos y queremos construir entre todos.

¿Qué mensaje les dejarían a sus padres, a sus docentes y a sus compañeros?

Javier: A los padres en general les diría o les pediría que nos tengan más compasión. Que tengan en cuentan que venimos saliendo de una etapa pandémica. Y que hablen con nosotros. Que no se nos tenga como “Lo único que tenés que hacer es estudiar, y ahí se acaban todos los problemas, o “¿Para que necesitas ir al psicólogo si podés hablar conmigo? Y después tus padres te gritan por algo que no hiciste bien y no te preguntan por qué o qué pasó… Que se nos escuche, que se nos comprenda.

A mis compañeros decirles que no se rindan. Lamentablemente es algo muy común ver a mis compañeros rindiéndose. En cosas pequeñas… “ya fue, me la llevo, no hago esta evaluación” … y por un lado los entiendo, somos adolescentes… es obvio que hay otras cosas que nos van a interesar más, pero también estudiamos por y para nosotros. Es algo que nadie más va a hacer por vos.

Y a los profesores, docentes, directivos, les diría que entiendan que los tiempos cambiaron. Que estamos en una generación muy distinta y necesitamos nuevas formas de aprender. Y no solo nosotros, sino por las generaciones venideras, que ya nacieron con las tecnologías. Y que nos entiendan. Muchos educadores a veces dicen cosas hirientes. Y no se dan cuenta que nosotros muchas veces también tenemos un montón de problemas y que nos podemos sentir mal. Que nos ayuden, que nos motiven. Por ejemplo, el otro día el profesor de matemática y tecnología de los materiales pasó las notas y vio que muchos habían bajado las calificaciones. Y nos dio una charla realmente motivadora. Y todo el curso se largó a llorar de emoción, porque necesitábamos una mirada adulta que realmente nos vea, que nos escuche, que nos deje de hacer sentir invisibles.

Lourdes: A los profes, no tanto a los que tengo este año, si no a los de años anteriores. Yo he experimentado muchísima frustración y es importante que entiendan que hemos cambiado de mentalidad en comparación de cuando ellos fueron educados. Antes lo más importante era la escuela y después se iba a jugar y ya está… pero ahora, sobre todo con la tecnología, tenemos estímulos que nos hacen maquinar un montón a nivel emocional… entonces ahora lo que nosotros buscamos estar bien de acá (se señala la cabeza) para poder aprender. Hay profesores que te dicen “yo vine a esta escuela y pude. ¿Por qué vos no vas a poder? Y… porque yo vivo en una generación donde tener depresión, problemas alimenticios y ansiedad es mucho más común que antes. Por eso yo no estoy pudiendo.

Respecto de los padres… hay muchos padres que ven a sus hijos únicamente respecto a sus logros y equivocaciones. Y que no sepan comprender y que comparen sus problemas con los nuestros, como si los de ellos fueran mayores solo porque son adultos… Que no somos una generación de cristal, que nuestros problemas son reales…

Y a mis compañeros les diría que no se frustren, que podemos… y que empecemos a soltarnos y a disfrutar.

Yesenia: A mis compañeros les diría que estoy orgullosa de ellos por haber llegado hasta acá. Muchos chicos van quedándose en el camino… y a los que no pueden pasar de año, que la escuela les cuesta más, decirles que las notas no los definen como personas y que no bajen los brazos.

A los profes les agradezco por toda la paciencia que nos tienen y les pido que nos tengan empatía, que sepan esperarnos.

Y a los padres, que escuchen a sus hijos. Por más que digan que es una etapa, que ya se va a pasar, por favor, escuchen. Nuestro único problema no es la escuela. Hay algo detrás de nosotros y no siempre es la escuela. No siempre estamos motivados y hay algo detrás de eso. Pregunten cómo estamos. No esperen a que pase lo peor para preguntar ¿por qué hiciste eso? ¿Cómo te sentís? Y si tu hijo te cuenta que se siente mal, no ataques. Buscá comprender, que lo llevó a estar así. Acompañen a sus hijos.

Esta primavera los sueños de cambiarlo todo de los adolescentes florecen en San Juan. Ellos ya están alzando la voz. Ahora, nos toca escuchar.

Nota del autor: Esta nota está dedicada a quienes me regalan la alegría de compartir conmigo mañanas y tardes en un aula. Gracias por hacer posible que yo haga realidad mi vocación. Feliz día del estudiante.

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