La gesta de la unidad del reclamo universitario
La multitudinaria marcha del 23 de abril fue el resultado de un sentido común que se sensibiliza ante el recorte en educación pero también de un trabajo previo de construcción de acuerdos entre diferentes sectores.
La Marcha Federal Universitaria del 23 de abril fue un límite hacia el Gobierno Nacional. Las multitudes que se manifestaron a lo largo y ancho del país, conformadas por la totalidad de la comunidad universitaria, trabajadores, jubilados y organizaciones sociales, dejaron en claro que más allá de los sesgos ideológicos, la universidad pública es un valor insignia de Argentina.
Pareciera que todavía existe un sentido común en el país, uno que traspasa la grieta y prioriza la defensa de la Universidad Pública. El mejor ejemplo de esto es que dentro de la marcha, hubo manifestantes que votaron a Javier Milei.
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Más allá de este imaginario colectivo , la masividad del reclamo fue el resultado de un proceso de construcción de acuerdos que inició varios meses antes. Según Cinthia De Luca, Presidenta de la Federación Universitaria de San Juan (FUSJ) y militante de Ideas, dicho organismo estudiantil, comenzó a convocar a distintos sectores para construir un reclamo de unidad en el mes de enero cuando el Gobierno anunció el congelamiento del presupuesto.
“En esa primera reunión todas las agrupaciones estudiantiles, que quizás en otro contexto nos encontraríamos enfrentados por contiendas electorales propias de la democracia universitaria, logramos poner en valor que la FUSJ es la herramienta de reclamo ideal para este contexto”, expresó Cinthia.
Después de construir consensos con el sector estudiantil, la FUSJ convocó a todos los gremios universitarios APUNSJ, SIDUNSJ, ADICUS, UDA y también a la Asamblea de Becarios del CONICET y durante el encuentro se conformó la Multisectorial en defensa de la Educación Pública.
La Multisectorial tiene y ha tenido un papel fundamental en la visibilización del conflicto universitario. Desde hace meses, ha organizado abrazos simbólicos en facultades y escuelas preuniversitarias, una vigilia en contra de la Ley Ómnibus, clases públicas, entre otras.
La presidenta de la FUSJ además comentó que, durante el contexto de construcción de acuerdos, se reunieron con los Senadores Nacionales Sergio Uñac y Celeste Giménez quienes prometieron votar en contra de la Ley Ómnibus en ese momento.
Cabe destacar que este proceso fue anterior al paro general del 24 de enero que encabezó la CGT y que también participó la FUSJ. En esta línea la Multisectorial continuó construyendo unidad con sindicatos de trabajadores como Luz y Fuerza, UPCN, la Unión Judicial de San Juan y distintos representantes del movimiento obrero.
Actualmente, a una semana de la histórica movilización, la situación no da señales de mejoría ya que la postura del presidente sigue siendo la burla y un aumento insignificante aplicado únicamente a los costos operativos. Por otro lado, diputados del PRO, algunos radicales y de LLA, decidieron no dar quórum a la sesión que iba a tratar el presupuesto.
Por otro lado, desde el 21 de marzo, la UNSJ se encuentra en estado de emergencia presupuestaria declarada por el Consejo Superior. Según Cinthia, por pedido del movimiento estudiantil se establecieron tres prioridades:
1. Garantizar la continuidad del cursado y los exámenes en condiciones aptas.
2. Garantizar las becas y el Comedor Universitario.
3. Preservar las fuentes laborales financiadas.
La presidenta de la FUSJ fue firme y aclaró: “La lucha va a continuar hasta que esta situación cambie. La defensa de la educación pública es el límite que todos los gobiernos han tenido en cuanto ideología política”.