Estudia en la UNSJ, votó tres veces a Milei y marchó en defensa de las universidades: los motivos del quiebre

Santiago Paez es estudiante de la carrera de Abogacía de la Universidad Nacional de San Juan. Si bien apostó por Javier Milei en las elecciones de 2023, hoy se replantea su postura por las medidas que atacan a las universidades públicas nacionales. Su testimonio, en la nota.

El martes 23 de abril pasado se produjo un hecho histórico de profunda trascendencia en nuestro país. Y si bien aún es pronto para analizar las consecuencias de la multitudinaria movilización en defensa de las Universidades Nacionales, se evidenció la adhesión de múltiples sectores a este reclamo contra el gobierno de Javier Milei. Fue llamativo que muchos que lo votaron –o defendieron- se pronunciaron en contra del ataque a la educación pública, tanto desde los medios de comunicación –figuras como Eduardo Feinmann o Esteban Trebucq hasta mismos estudiantes universitarios.

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La Mecha estuvo presente cubriendo la marcha en la ciudad de San Juan –se estiman unas 20 mil personas aproximadamente, algunos incluso apuntan a un mayor número de concurrentes- y así pudo conversar con Santiago Páez, estudiante de Derecho de la Universidad Nacional de San Juan (UNSJ), quien admitió haber votado a Javier Milei en las tres elecciones presidenciales de 2023 –primarias, generales y balotaje-. Hoy, el joven de 24 años se opone a varias de sus medidas. En este caso, el desfinanciamiento de la educación universitaria pública.

De seguidor de Milei a crítico del desfinanciamiento educativo

Santiago viene de una familia de clase trabajadora. Su madre y su hermano son egresados de la universidad pública. “Siempre he visto a la educación como una materia que todos los gobiernos han pospuesto en infraestructura, salarios para los docentes y no docentes, mejores prestaciones para los alumnos”, apuntó. Su voto de confianza a Milei en 2023 fue porque veía que tenía una línea de pensamiento respecto a cómo llevar adelante los problemas del país.

Santiago Páez

“No sabía si –Milei- tenía razón o no, en la política es difícil de tener razón, pero uno pensaba que tenía una idea, un por qué, una manera de hacer las cosas. Uno veía que él era conciso, repetitivo, que no se contradecía. Pero después en el proceder no es así. Lo que yo pensaba un gobierno liberal como tal, no está sucediendo todavía”.

El joven estudiante de derecho agregó que, aún no logra ver “un aporte genuino a la educación y a la salud” y que “ya la Universidad venía bastante vapuleada, y en ese sentido Milei ha pifiado bastante feo en destratar así a las universidades públicas”.

La «politización» de la marcha

Otro punto que destacó Santiago fue el tema recurrente de la “politización” de las marchas. Al respecto, apuntó que vio “mucha gente joven y grande marchando por lo mismo, gente trabajadora, jubilados y al final de cuentas es gente como vos y como yo. Después, bueno, sí, va a haber una bandera con Perón, va a haber una bandera de Franja Morada, va a haber una bandera de la agrupación política que vos quieras, de camioneros, de CTA. Pero noté que había espontaneidad”.

Sobre este tema añadió: “Todo lo que hacemos en la vida es político, desde levantarnos de la cama y prender la radio, leer el diario o hacer una cosa en vez de la otra, todo lo que hace es político, entonces yo no creo que ir a marchar te haga kirchnerista o zurdo, es algo que existe en el aura de estudiante”.

El quiebre

Santiago afirma que no marchó antes contra Milei –recordemos que ya hubo varias movilizaciones en estos más de cinco meses de gobierno- “porque no veía un motivo causal para para marchar verdaderamente. Después conforme fueron pasando los meses empecé a ver varias fisuras, desde el punto de vista político, porque desde el primer día ya poner a tu hermana de asesora presidencial queda medio desprolijo”.

Además, argumentó cuestiones referidas a la salud pública como recortes de medicamentos a pacientes oncológicos o de soberanía nacional como el avance en la zona de exclusión de las Islas Malvinas por parte del Reino Unido, entre otras.

No he marchado antes contra otros gobiernos, siempre he tratado de analizar mucho las cosas, de ver lo bueno y lo no tan bueno de cada uno. Cuando tomás una decisión política siempre va a haber alguien o un grupo de personas que no esté a gusto con la decisión que tomás. Pero en este caso con Milei yo veo que carece de toda lógica jurídica y social en algunos puntos, porque la educación en un país como en el que tenemos es fundamental. ¿Cómo se hicieron los países potencia en el mundo? Con educación pública y con salud pública, que lleva la gente a conseguir trabajo y posteriormente aspirar una profesión”, se expresó el joven.

Luego, agregó que “en este Gobierno en específico lo que estoy notando lamentablemente es que se está corriendo el eje hacia un grupo de financistas y lejos de ser un gobierno de políticos interesados en mejorar la vida y la situación de los argentinos, que ya venía bastante golpeada y esto sin ningún tipo de favoritismo político, desde la vuelta de la democracia que venimos jodidos. Este gobierno termina criticando cosas que ya más o menos estaban bien, o estaban aceptadas, como que la educación y la salud sean públicas”.

Su vida universitaria: por qué eligió la pública y no la privada

Santiago está a menos de diez materias para recibirse de Abogado y hoy trabaja en un estudio jurídico particular. “Haber estudiado y haber comenzado una carrera en la Universidad Pública para mí era un desafío muy lindo y muy estimulante en su momento, recuerdo que había hecho en ese impasse entre secundaria y universidad los cursillos de Universidad Católica y la UNSJ, y notaba que en la universidad privada no era lo mismo en autonomía, determinación y cantidad de posibilidades que podés tener en la pública, por eso opté esta última”.

En este sentido agregó que también eligió la UNSJ porque “es gratuita, o sea la pago con mis impuestos, pero en lo único que me tengo que preocupar es ir a estudiar, tener los libros, transporte, tener lo que pueda consumir ahí en la universidad o llevar lo que pueda consumir”.

Así, la diferenció de lo que sería estudiar, para él, en una privada: “No es lo mismo que una privada que tengo que pagar los meses de cursado, pagar para rendir un examen. Y también lo que lleva el gustito de la universidad pública, de conocer gente de la Facultad, cagarte de risa si te va bien o te va mal un examen. Si te va bien, pasa de largo, si te va mal y bueno, te tocó una materia difícil”.

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