Massa, la opción silenciosa de Orrego: antecedentes, presente y proyección racional
Vínculos pasados, el fantasma de la Coparticipación federal y la proyección a futuro avalan la teoría. Por qué al Gobernador electo le conviene una victoria y no otra en el balotaje presidencial.
Una semana de reestructuraciones. Si bien ya se esperaba que el espacio que saliera tercero en las elecciones generales presidenciales iba a estallar en mil pedazos, los coletazos obligaron a rápidas jugadas, algunas bastante apresuradas que forzaron al resto a responder con otras maniobras. En San Juan pasó igual y dentro de Juntos por el Cambio (JxC) las posturas fueron bastante disímiles, hasta incluso dentro del PRO, con Enzo Cornejo siendo cauto y Verónica Benedetto confrontándolo mediáticamente por no seguir a Bullrich. Pero las miradas están puestas en el gobernador electo Marcelo Orrego, quien ya declaró libertad de acción para el resto de los suyos pero que tiene muchos más indicios de que preferiría una victoria de Massa en el balotaje presidencial.
En efecto, Orrego no va a salir a dar abiertamente su apoyo a uno u a otro. Quedaría muy expuesto. Sin embargo, por antecedentes, por racionalidad y por proyección a futuro, al hombre que conducirá San Juan desde el 10 de diciembre le conviene ampliamente una victoria de Sergio Massa.
Antecedentes massistas
Indagando en el pasado no muy lejano uno se encuentra con fuertes vínculos entre Sergio Massa con el mentor de Orrego, Roberto Basualdo. También con Rodolfo Colombo. En 2015, Massa lanzó a Basualdo como candidato a gobernador en San Juan, así como también a Colombo como candidato a intendente por la Capital. El bloquista Enrique Conti también figuraba en este bando del equipo.
En aquél momento, la polarización K-antiK la coparon Scioli y Macri, llegando al balotaje, obligando al basualdismo sanjuanino del que Orrego fue parte a alinearse detrás del “peronismo disidente”. Lógicamente, años más tarde, el ex intendente de Santa Lucía comenzó a jugar dentro de JxC desde su partido Producción y Trabajo, lugar donde marcó su impronta y supo relegar al mismísimo PRO. Así, fue candidato en 2019 a gobernador, también fue elegido diputado nacional y le sirvió para convertirse en el principal opositor a Sergio Uñac. El desenlace de la historia ya lo conocemos: con casi el 50% de los votos, el 2 de julio de 2023 se convirtió en gobernador electo de San Juan.
La Coparticipación y la proyección a futuro
Por proyección a futuro, la coparticipación aparece en un lugar estratégico para las provincias. La promesa de campaña del líder de La Libertad Avanza (LLA), es que en caso de ser presidente daría de baja la asistencia y devolución que el Estado nacional otorga a los gobiernos provinciales. Massa sería garantía de coparticipación.
Otro punto que respalda este análisis es que Orrego tiene una muy mala relación con José Peluc, líder de LLA en San Juan. Entonces debería generar interlocutores nuevos, si es que hay. Habría un problema de comunicación desde el minuto uno porque no tiene gente en San Juan que se lleve bien con Milei, debería recurrir a operadores nacionales. Tras conocer los resultados del último domingo, Peluc se ofreció públicamente a ser un nexo entre ambos.
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Peluc habló de la relación que tiene con Orrego y reconoció que hace mucho que no habla con él y que no conoce en profundidad su proyecto de Gobierno y «el San Juan que quiere» construir durante su mandato. «Ellos hablan de un San Juan mejor, pero en líneas generales yo nunca he escuchado la propuesta concreta de cómo hacer las cosas», lanzó en tono crítico el legislador electo en el programa de streaming El Café de la Política.
De cara a su gobierno, Orrego tendrá 15 intendentes opositores de 19; dos diputadas nacionales de seis; ningún senador de su espacio; y un tercio de diputados en la Legislatura Provincial. Saber negociar en todas las áreas le va a ser más que necesario para tener gobernabilidad. Y no le daría lo mismo que en el sillón presidencial esté uno y otro.
La racionalidad política
Orrego se supo construir como un político racional, pocas veces se lo ha visto desenfocado (quizás solo ese Zoom en el que le dice «pelotudo atómico» a un colaborador suyo). Es un dirigente centrado, prolijo en su actitud y en su discurso. Esa racionalidad que lo caracteriza es la que lo llevó a optar por la neutralidad y no apoyar ni a Milei ni a Massa. Pero esa racionalidad junto a sus antecedentes y la proyección a futuro lo llevan indefectiblemente a preferir la victoria del candidato de Unión por la Patria el 19 de noviembre.
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La jugada, entonces, es ver cómo se baja línea por lo bajo. La principal teoría es la de la desmovilización, que sería jugar en contra de los propios, aunque de manera cautelosa: no debería levantar la perdiz. Esta maniobra ya la hizo José Luis Gioja en las legislativas del 2021, cuando no movilizaron y si podían desarticular algo, lo hacían. Orrego podría imitar ese comportamiento: jugar para Massa desmovilizando a JxC. ¿Cómo? Pidiendo que nadie haga nada. Si alguno quiere hacer algo, limitarlo. Y que aquellos votantes orreguistas que ahora piensan ir a votar a Milei, no vayan.
La neutralidad como postura pública y los coletazos
El último miércoles, en un comunicado, los gobernadores de JxC indicaron que optarían por la neutralidad ante el balotaje presidencial. Por supuesto que Marcelo Orrego adhirió a este posicionamiento, aunque hacia adentro de su espacio dio libertad de acción. El cimbronazo que generaron Patricia Bullrich y Mauricio Macri saltando al barco de Javier Milei apenas dos días después de las elecciones generales abrió varias grietas al interior de JxC nacional y también provincial.
Tal es así que la futura coalición gobernante de San Juan no adhirió unánimemente a esta neutralidad. Algunos actores (mínimos, pero actores en fin) de JxC en la provincia optaron abiertamente por Milei: Verónica Benedetto (vicepresidenta del PRO), Eduardo Cáceres (ex diputado nacional), Sergio Vallejos (ex candidato a gobernador), Juan Domingo Bravo (Partido Bloquista Disidente). Ninguno optó abiertamente por Massa. Otros aún no lo tienen decidido (Rodolfo Colombo -Actuar-, Gustavo Usín -Actuar-, Enzo Cornejo -presidente PRO-, Gustavo Fernández -Dignidad Ciudadana-, Enrique Conti -Partido Bloquista Disidente-), votarán en blanco (Eduardo Castro -UCR-), anularán su voto (Marcelo Arancibia -GEN-) o no quieren decirlo públicamente (Roberto Basualdo y Susana Laciar, por ejemplo).
La vicepresidenta del PRO local, María Verónica Benedetto, fue quizás la primera en romper con la neutralidad del partido en la provincia y apoyar la decisión de Patricia Bullrich. Además, criticó vehementemente la postura neutral de Enzo Cornejo y sugirió que aquellos con «su sillita asegurada» deberían comprometerse más con el cambio. Las diferencias entre los líderes del partido se intensificaron en un momento de agitación en el espacio político. Benedetto incluso planteó la posibilidad de una ruptura en el PRO a nivel nacional y cuestionó si en San Juan podrán respetarse las opiniones divergentes.