Donata: el arte en el ADN y la apuesta por la sustentabilidad

La Mecha conversó con Carmelo Letizia, uno de los fundadores de Donata, sobre este bar que surgió en una pequeña habitación y hoy se consolida como un modelo de negocio sustentable, local y en constante crecimiento.

Donata funciona para todo: para una cita romántica, para ir después de jugar al fútbol, para ir con amigos, para una reunión de trabajo. En el lugar se unen distintos perfiles y edades, algo novedoso en un San Juan con etiquetas para los “bares de viejos“, “bares de pibes“, “bares chetos“, “bares alternativos“. Carmelo Letizia, uno de los fundadores del bar, lo define como “un lugar que en San Juan no había, donde convive todo lo distinto“

El sueño cervecero

Como la mayoría de los proyectos cerveceros, Donata surgió por dos amigos que se juntaron a hacer cerveza para consumo personal. Carmelo Letizia comentó a La Mecha que en 2012, con Juanjo de los Ríos, apostaron desde cero y con pocos conocimientos a “la mística y magia de crear algo artesanal”. Tras las primeras pruebas en una habitación pequeña, se mudaron a un garage. Allí dieron a luz a Rodeo, su primera cerveza artesanal creada en conjunto

A los emprendedores les costó “meter el producto“ en el mercado porque la cerveza artesanal no estaba en auge, y los bares no veían el rendimiento de ofrecer un producto más caro que el porrón. “Hace 10 años nadie sabía lo que era una IPA”, señala Carmelo. Los amigos decidieron llevar ellos mismos las heladeras y canillas a los bares para incentivar la venta de su cerveza. El beertruck que hacía los repartos se llamaba La Deolinda y está todavía en el patio trasero de Donata como un recuerdo de los comienzos. 

Luego de tres años en la fábrica, el negoció escaló con la llegada de Michael Mending, un ejecutivo minero de empresas internacionales como Barrick Gold.  “Siempre nos compraba cerveza, era vecino de la fábrica. Tomamos la decisión con Juanjo de que para crecer necesitábamos un tercero, porque si no íbamos muy lento“, señaló Carmelo. La llegada del tercer socio permitió que el negocio se expandiera al actual galpón ubicado en Avenida Libertador.

El actual galpón donde funciona Donata antes de las remodelaciones.

El arte en el ADN 

Desde sus inicios, Donata es un sponsor fiel de la cultura sanjuanina. Ha patrocinado eventos artísticos como La Teatrina, así como da lugar en el patio del bar a iniciativas artísticas propias, como el ciclo Escuchame una Cosita, que lleva cuatro años ininterrumpidos de promover artistas locales. 

Juan es arquitecto, yo era fotógrafo. Siempre estuvimos medio vinculados al arte. Este ciclo promueve artistas sanjuaninos que hacen temas propios. Está buenísimo que personas que están en sus inicios puedan tener el lugar que no tienen en ningún lado“, comentó Carmelo.

Compromiso verde

Otro de los ejes del modelo Donata es la sustentabilidad. La fábrica cuenta con un proceso de reutilización de desechos líquidos para abastecer los baños, logrando ahorrar 2000 litros de agua por día. Además,instalaron paneles solares que ahorran gas y han reemplazado los plásticos PET por latas o botellas de vidrio. 

En el mismo sentido, el bar colabora con la Facultad de Ingeniería de la UNSJ en proyectos de investigación relacionados con el bagazo, el residuo de la cebada que queda luego de extraer el líquido del grano para elaborar cerveza. “Con el residuo hacen estudios y experimentos. También gestionamos un subsidio con el CONICET para reutilizar el bagazo y transformarlo en harina“, señaló Carmelo.

Hoy, con más de 50 empleados y un modelo de negocio sustentable y rentable, Carmelo considera que el distintivo es un ambiente relajado y buena onda.  “A mí me parece que Donata es un poco un reflejo de lo que somos Juanjo y yo, un lugar que nos gustaría estar, donde convive todo lo distinto. Me parece que es un lugar que en San Juan no había“, cerró.

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