Trabajo en blanco, en negro y en gris: tres historias sanjuaninas en la era de la precariedad
6 de cada 10 jóvenes trabajan en la informalidad. Tres historias de empleo joven en la era de la precariedad.

¿Largo o corto plazo? ¿Estabilidad financiera o flexibilidad laboral? ¿Explotarse para los demás o para uno mismo? El 60% de los jóvenes en Argentina trabaja en la informalidad. El nuevo siglo trajo bajo el brazo un concepto nuevo: la balcanización del trabajo. Trayectorias laborales marcadas por la fragmentación y la desregulación de las relaciones entre individuos y empresas. Trabajo en blanco, en negro y en gris: Maximiliano, Nicolás y Martín. Tres formas de empleo diferentes que coexisten en la misma generación.
(Los tres entrevistados pidieron no exponer su imagen y sus apellidos).
Martín es encargado de comunicación en una start-up de México que brinda servicios a multinacionales como Walmart. El trabajo es remoto, part-time y el sueldo en dólares. El sueño moderno: laburar para el extranjero desde esta pequeña ciudad del fin del mundo.
Martín es “colaborador“ y trabaja “por objetivos“. Dos etiquetas que definen el trabajo freelance: pocos lazos con la organización y casi nulos derechos laborales.
-En una start-up hay mucha rotación de personal. En casi dos años tuve 4 líderes. Hay skills que vas desarrollando que tienen que ver con la adaptabilidad.
Cuando le mencionan la tan mencionada flexibilidad laboral se ríe.
–Usan términos como flexibilidad laboral para explotarte. Tenes que estar dispuesto a adaptarte. Te afecta en el día a día quieras o no. Estás trabajando con una persona que se preocupó para ayudarte, y después entra otro líder que no te habla. Es muy cambiante.
Ser tu propio jefe y esclavo
En el discurso de Martín se deja entrever una de las mayores exigencias implícitas en los trabajadores independientes: el individuo como empresario de sí mismo. Son los trabajadores los responsables de adquirir cada vez más habilidades para competir en un mercado laboral global. La autonomía explotada.

-Tenes que ser más completo todo el tiempo. Si quería un mejor puesto tenía que aprender, y la capacitación no era parte del trabajo ni paga. No iba para atrás ni para adelante.
Que el trabajo freelance sea voluntario no quiere decir que no sea precarizado. La palabra “independiente” suele encubrir una relación de dependencia laboral no reconocida, en la que la empresa evita la carga impositiva de sus empleados.
-Las start-up van jugando con el presupuesto. Está bueno porque cobras en dólares, pero te dan los feriados o no dependiendo del líder, cada uno tiene sus reglas. La cobertura médica no me la daban porque siempre que podían ahorrar lo más mínimo se ahorraban.
Según un informe del Geset, en San Juan el trabajo cuentapropista aumentó un 4% en el último trimestre de 2024. Esto se debe a “la necesidad de las empresas de abaratar costos laborales, impulsada por políticas económicas que favorecen al sector empresarial”. Esto genera que la población elija emprender “para encontrar formas de subsistencia ante la insuficiencia de los ingresos, contratos precarios y el creciente costo de vida“.
Pluriempleo por $2000 la hora
La otra cara de los trabajadores desprotegidos, además de los autónomos, son los asalariados no registrados. Aquellos que trabajan en relación de dependencia, pero en la informalidad. Nicolás trabaja en una hamburguesería como ayudante de cocina, planchero y bachero. Todo eso por $2000 la hora. Para superar apenas el Salario Mínimo, Vital y Móvil ($296.832) tiene que trabajar 150 horas mensuales.
-En un mes capaz junto $300.000, que en realidad ni los junto porque me pagan por semana y generalmente la gasto para vivir esos días.
Así como el trabajo independiente, el trabajo informal entra dentro de la categoría de “empleo desprotegido”. En Argentina, la categoría incluye a 6.800.000 trabajadores. Esto es: 5 de cada 10 trabajadores trabaja sin obra social, aportes jubilatorios, seguro o licencias.
-No tengo nada. Ni siquiera tienen curitas para cuando me quemo los dedos con la plancha. Yo voy y me dan plata. Es todo lo que consigo.
Trabajar mucho, ganar poco, planificar nada
La falta de protección también desgasta el cuerpo, las relaciones y los proyectos de vida.
-Cuando el local abre seguido puedo juntar algo de plata para un fin de semana con amigos, pero ahora estamos abriendo poco y no puedo planificar. A nivel físico es cansador porque hay que subir y bajar escaleras y correr de una cocina a la otra. A nivel mental también. Llego a mi casa, pongo una serie y fumo tres puchos al hilo. Te deja con el cerebro fundido.

Algo similar se trasluce en las expectativas de Martín.
-Proyectar cosas podía, pero porque tenía otros laburos de community manager. Para planificar un viaje o empezar un deporte o gastos grandes, tenía que cubrir la otra parte del día laburando.
Trabajo en blanco, el sueño del pibe
Maximiliano está en las antípodas. Es operador en un parque solar y trabaja como asalariado registrado. Esto es: obra social, posibilidad de sindicalizarse, aportes jubilatorios y licencias.
-La empresa te da la posibilidad de progresar y proyectar. Muchos de mis compañeros han logrado mejorar gracias al laburo: comprarse un auto, mudarse solos.
Maximiliano pertenece al 52,2% de asalariados registrados en la provincia. En los últimos años, la expansión de modelos laborales desregulados (como el freelance o las apps), los contratos temporales, el aumento de costos laborales y el retroceso del estado como regulador activo, han generado un aumento del empleo informal, que hoy alcanza a 6 de cada 10 jóvenes.

La reforma laboral que planea Javier Milei (decretada en el DNU 70/2023, pero frenada por la Justicia provisoriamente) establece una mayor flexibilización de las relaciones laborales: abarata los costos de despido, reduce las indemnizaciones, aumenta los periodos de prueba y limita la actividad sindical.
Maximiliano repite una idea que suena vieja: “el trabajo dignifica”. ¿Qué trabajo dignifica? ¿Un trabajo sin condiciones ni derechos laborales puede ser digno? ¿Cómo se mide un buen trabajo, más allá de la plata?
Maximiliano: en sentirte útil y sentir que podés aportar algo a la sociedad.
Martín: en aprender todos los días algo para ser cada vez más completo.
Nicolás: te enseña a aplicar una forma de ver las cosas a una banda o a un proyecto personal.
Reconfigurar el mundo laboral
Si el trabajo en el siglo pasado era el gran organizador de la vida adulta —marcaba horarios, rutinas, vínculos y futuro—, ¿cómo se arma una biografía coherente en una época donde todo es provisorio?
La Organización Internacional del Trabajo (OIT) lo advirtió: “los jóvenes de hoy -la generación mejor formada de la historia- son el grupo de edad al que más le cuesta encontrar un trabajo digno”. Nicolás sobrevive semana a semana, Martín busca ser más completo, Maximiliano planifica.
Tres formas de trabajar, pero también de habitar el tiempo, las relaciones y el cuerpo. En el Gran San Juan, el área urbana con mayor informalidad laboral del país, la experiencia del precariado (concepto planteado por el sociólogo Standing) ya no es la excepción: es la norma. Una nueva clase social emergente con empleos temporales, sin derechos laborales y sin representación sindical, contradictoriamente con una alta sobreeducación para los puestos. ¿Puede el trabajo significar algo más que solo subsistir?