Javier Milei permitió el desembarco de militares estadounidenses en el país sin autorización del Congreso

El Congreso de la Nación es el único poder, según la Constitución, que puede autorizar la entrada o salida de milicias. A una semana de la visita a Donald Trump, la sospecha por los intereses estadounidenses y una disputa por la soberanía.

Mediante el decreto 697/2025, el presidente Javier Milei autorizó el ingreso de 30 efectivos de la Armada de los Estados Unidos para realizar «tareas de entrenamiento conjunto» con la Armada Argentina en Tierra del Fuego. La decisión llega a una semana de la visita del Presidente a Donald Trump en Nueva York, en la cual el primer mandatario argentino, junto al ministro de Economía Luis «Toto» Caputo, acudió al rescate de Trump para obtener dólares que mantengan cierta estabilidad económica de cara a las elecciones de octubre.

La instalación de los militares en la Patagonia no sería la primera injerencia yankee en territorio argentino: el martes 30, según trascendió gracias a la emisora Radio Manantial, un avión estadounidense aterrizó en la Pampa del Leoncito, en Calingasta. Todo indica que el arribo inusitado de los estadounidenses en suelo provincial estaría relacionado con el radiotelescopio CART y la influencia de China en el proyecto. Hasta el momento, no hay información oficial sobre quién autorizó el aterrizaje ni sobre el motivo de la llegada del avión.

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El único poder del Estado, según la Constitución, habilitado para autorizar la entrada y salida de milicias al territorio es el Congreso de la Nación. Javier Milei autorizó el ingreso mediante un decreto.

El decreto que habilitó el ingreso de tropas norteamericanas se publicó este martes en el Boletín Oficial. Especifica que desembarcarán 30 marines de la Guerra Especial Naval Yankee (NSW) durante 27 días. Entre el 20 de octubre y el 15 de noviembre en las bases navales de Mar del Plata, Ushuaia y Puerto Belgrano «comprendiendo los espacios destinados para instrucción militar marítimos y terrestres», según dicta la norma.

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«Tierra del Fuego no es moneda de cambio para sus fines electorales. Es la puerta de entrada a la Antártida, es el territorio que protege nuestra reivindicación sobre las Malvinas y sobre todo, es nuestra casa», expresó el intendente de Ushuaia, Walter Vuoto. 

El Decreto 697/2025 señala que el desembarco tiene por objetivo «intercambiar procedimientos, técnicas y tácticas de entrenamiento entre Fuerzas Especiales para operar en escenarios complejos que exigen coordinación multinacional, capacidad de respuesta inmediata y el uso efectivo de tecnologías de avanzada, con el aporte doctrinario y técnico novedoso de la Armada de los Estados Unidos». 

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«Seguimos entregándole soberanía a Estados Unidos, socio estratégico de Gran Bretaña», fustigó el gobernador de Tierra del Fuego, Gustavo Melella.

El decreto también incluye un ejercicio “Solidaridad” con Chile, del 6 al 10 de octubre en Puerto Varas. Allí viajarán tropas y medios argentinos para la «coordinación de respuestas ante catástrofes y desastres naturales», en el marco de un acuerdo bilateral firmado en 1997.

Los pormenores de la reunión de la semana pasada entre el mandatario estadounidense y el argentino no fueron especificados hasta el momento. Consultado sobre las cláusulas del contrato que le tocarían cumplir al país a cambio de la ayuda, Milei respondió «A mí no me dijeron nada de eso».

Sin embargo, hay antecedentes que hacen sospechar sobre los interés reales estadounidenses en los recursos naturales de Argentina, y particularmente en el Sur por la importancia de ocupar este punto estratégico a nivel geopolítico.

Soberanía en duda

Laura Richardson, exjefa del Comando Sur, llegó a la Argentina en abril de 2024. En ese entonces, Javier Milei se comprometió a levantar una base naval conjunta en la capital fueguina. En enero de ese mismo año, Richardson abrió una conferencia para un evento de la organización Atlantic Council con la pregunta «¿Por qué es importante América Latina?».

La generala habló de los «ricos recursos» y «elementos de tierras raras» en Latinoamérica; particularmente del triángulo de litio, una zona estratégica de Argentina, Bolivia y Chile que representa, según dijo, «el 60% del litio del mundo». Richardson aseguró que «tenemos el 31% de agua dulce en esa región» y que Estados Unidos tiene «mucho por hacer».

La disputa por el Sur argentino

Richardson llegó a la Argentina con dos objetivos centrales: evaluar los avances en la construcción del Polo Logístico Antártico que tendría eventual participación de China en su financiamiento; y el boicot de la base espacial que el Gobierno de Xi Jinping tiene en la provincia de Neuquén.

Javier Milei y el ministro Luis Petri posan con la jefa del Comando Sur Laura Richardson.

El financiamiento del país asiático al Polo Logístico es una amenaza para los intereses de EEUU en la Antártida ya que, según la propia Richardson, China intenta «asegurarse los derechos para construir instalaciones marítimas que apoyarían la proyección en el estrecho de Magallanes«. Así, el país asiático tendría vía de acceso a la región antártica en esta zona estratégica.

Fuentes de la provincia fueguina aseguraron a Página 12 que el interés real de los estadounidenses por impedir que China financie este puerto multipropósito es que, si se construye, Argentina tendría un puerto que hoy no tiene compitiendo a 600 km en línea recta con las Islas Malvinas. Si no se construye, los británicos se aseguran el control del Atlántico a través de las Islas, mientras los norteamericanos controlan el Pacífico. Un win-win geopolítico que ninguna de las dos potencias está interesada en cambiar.

Por otro lado, en Neuquén, el Estado argentino tiene una estación espacial china bautizada Estación de Espacio Lejano CLTC-CONAE-NEUQUEN. El embajador estadounidense Marc Stanley ya metió presión alrededor del asunto. “Me sorprende que la Argentina permita que las fuerzas armadas chinas operen en Neuquén”, había dicho en una entrevista con La Nación.

El embajador Stanley junto al gobernador Orrego en 2024. Foto: SI San Juan

Por indicación de Richardson, el Gobierno deslizó hace tiempo que pretende “revisar” este acuerdo de cooperación científico con China.

“La Estación de Espacio Lejano en Neuquén es una instalación de cooperación tecnológica espacial. Los científicos de Argentina y de China tienen acceso al uso de esta estación para investigación científica. En 2019, la cancillería argentina y CONAE coordinaron una visita de delegación de representantes diplomáticos, incluyendo de Estados Unidos, a la estación. Todo esto demuestra plenamente el carácter civil y el modelo de operación abierto y transparente de dicha estación”, respondió la embajada china a Stanley.

Pese a la insistencia de Estados Unidos, no se pudo sustentar, hasta ahora, la hipótesis de que China utiliza esta estación con algún otro objetivo que no sea científico. Aún así, el Gobierno libertario realizará un “relevamiento técnico” de lo acordado con China porque, según fuentes oficiales, “hay cosas raras en el contrato”, como que, según dicen, Argentina no tiene acceso a la base.

El futuro incierto del radiotelescopio

Según una nota publicada en TN, el Gobierno nacional evalúa frenar la instalación del radiotelescopio chino-argentino CART en San Juan, lo que representa una amenaza seria para la continuidad del proyecto.

La posibilidad de que el radiotelescopio no avance responde a una serie de decisiones del Poder Ejecutivo que profundizan su alineamiento con Estados Unidos y buscan reducir la presencia china en el país.

Pablo Diez, secretario de Ciencia y Técnica de la Universidad Nacional de San Juan (UNSJ), fue entrevistado en el programa Estamos a favor de Radio Comunitaria La Lechuza y subrayó que, aunque circulan fuertes rumores sobre una paralización por presiones externas, no existe una comunicación oficial del Gobierno que confirme la baja del proyecto.

El convenio original, con una duración de diez años, ya venció. Sin embargo, se calcula que aún se necesitarán entre un año y medio y dos años para concluir la construcción del radiotelescopio.

Sobre la polémica que se suscitó tras el acuerdo con EEUU y el radiotelescopio CART, el gobernador se mostró positivo en rueda de prensa el pasado lunes 29 de septiembre y manifestó que la situación requiere diálogo entre las potencias mundiales.

Cabe recordar que, el pasado 20 de enero, Marcelo Orrego fue el único gobernador argentino presente en la asunción del presidente norteamericano Donald Trump.

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