Insólito: el edificio de Hidráulica amaneció rodeado de bloques de «sangre congelada»

Se trata de una intervención de un colectivo de artistas que firmó bajo el seudónimo “Horacio Hurtado Ocampo” (H2O). La obra transmite un mensaje crítico y exige: “A 40 años del retorno a la Democracia, San Juan necesita con urgencia un nuevo código de aguas”.

Alrededor de las 7 AM las veredas del edificio del Departamento de Hidráulica, ubicado en la calle Gnecco e Ignacio de la Roza, amanecieron repletas de bloques de hielo rojo del tamaño de ladrillos. 

Los trabajadores y autoridades de la repartición se llevaron una sorpresa cuando llegaron al edificio y comenzaron a agruparse en las veredas para intentar descifrar el insólito mensaje.

Cabe destacar que los días martes se reúne el Consejo de Hidráulica en el edificio. Este es el principal organismo de toma de decisiones sobre el recurso hídrico que está integrado por 6 consejeros, 50% de representación del Poder Ejecutivo y 50% de los regantes. 

//Leé tambiénLA CASTA DEL AGUA 

Al lado de los bloques de hielo rojos, en la vereda, podían encontrarse códigos QR. Al escanearlos se abría un PDF con un documento titulado “DEMOCRACIA ES TAMBIÉN UN NUEVO CÓDIGO DE AGUAS” firmado por Horacio Hurtado Ocampo, cuyas iniciales son H2O.

A continuación, el texto redactado por el Horacio: 

DEMOCRACIA ES TAMBIÉN UN NUEVO CÓDIGO DE AGUAS

Somos quienes fuimos endoculturados bajo la narrativa que afirmó que nuestro suelo era un desierto hostil sobre el cual la ciencia y la técnica impusieron un oasis. Pero hemos interrogado las grietas de nuestra tierra reseca, hemos desecho sobre nuestras manos, los cascotes de barro salitrado y nos han revelado una verdad: Primero se hizo el desierto, para luego imponer sobre el mismo un oasis. La cuenca del río San Juan es testigo del desecamiento antrópico de su humedal más importante. Guanacache es una herida abierta en la historia local. Hoy resulta inverosímil comprender cómo fue que el humedal de mayor magnitud se haya convertido en uno de los desiertos más hostiles de la tierra.  

Estos prismas de hielo se derriten al sol como se derriten la escasa nieve precipitada este año. Pretenden comprobar que el recurso hídrico es finito. Son rojos porque conjugan vino y sangre, los dos elementos resultado del progreso. El vino, de las grandes élites industriales cuyanas compuestas de migrantes principalmente italianos y españoles y la sangre de los huarpes laguneros, de los caudillos y montoneros gauchos, que con la lanza y el cuchillo defendieron su territorio entregando la vida. 

Las grietas de la reseca tierra gritan que el manejo hídrico de San Juan no es muy diferente al del siglo XVIII. Se riega con un sistema ineficiente, el reparto es mucho más político que ecológico y una tríada de hombres del departamento de hidráulica son los verdaderos administradores del recurso más preciado de estas latitudes. Apoyados en un código de aguas vetusto y sancionado por un gobierno de facto, prohíben expresamente repartir el agua con criterios que consideren las diferencias entre los distintos cultivos, así como cristalizan la relación entre acceso al agua de riego y propiedad privada de la tierra. Ellos mismos perjudican a otros cientos de productores, que resultan excluidos de las lógicas de poder de un cronograma de riego pensado en forma excluyente para un sector.

A 40 años del retorno a la Democracia, San Juan necesita con urgencia un nuevo código de aguas que esté dispuesto a tocar los intereses de los sectores que históricamente detentan el control de los recursos hídricos. De lo contrario nos sometemos a una ecuación que no cierra, en la que el agua se termina. Porque creemos en la posibilidad de romper la negación psicótica que promulga “no mirar los diques” (que evidencian que el agua que se gasta es mayor que la que se acumula), la misma negación que nos ha llevado a poner las presas  en riesgo, generando un posible perjuicio a todos los habitantes de la cuenca del río San Juan, por la presión de un grupo minoritario cegado en su lucha por conservar posiciones feudales de poder. 

Instamos al nuevo Gobierno provincial a partir del 10 de diciembre a construir un espacio democrático que sea capaz de iniciar una discusión para la construcción de un nuevo código de aguas, donde el protagonismo lo tenga toda la sociedad y ningún grupo se crea con derecho a apropiarse de un bien común como el agua. 

DEMOCRACIA ES TAMBIÉN UN NUEVO CÓDIGO DE AGUAS. 

Además de este manifiesto, el PDF contiene una selección de notas periodísticas sobre el agua en San Juan de distintos medios como La Mecha, Tiempo de San Juan, Diario de Cuyo, Diario la Provincia.

Finalmente dentro del documento está presente un capítulo del libro Los Indios Montoneros: un desierto rebelde para la nación argentina, Guanacache, siglos XVIII-XX del antropólogo Diego Escolar titulado La etnopolítica del agua. Inmigracion europea y fabricación del “desierto huarpe”. En pocas palabras, el capítulo habla sobre la historia de la apropiación ilegítima del territorio Huarpe por parte de los inmigrantes españoles e italianos.

La declaración de principios del colectivo de artistas

Con el transcurrir de la mañana, aparecieron las coberturas de diferentes medios de comunicación locales y en algunas, se dio a entender que el mensaje de Horacio Hurtado Ocampo (seudónimo del colectivo de artistas) era en contra de la directora de Hidráulica Guadalupe López.

Guadalupe López

Sin embargo, al poco tiempo de que se difunda esta interpretación de su obra crítica, el colectivo denominado nuevamente bajo el seudónimo H2O, volvió a pronunciarse en un documento en el que expone: «El mensaje que intentamos transmitir fue mucho más profundo que acusar personalmente a quienes cumplen funciones en el departamento. Busqué señalar un problema sistémico con carácter histórico. Si hubiéramos pretendido atacar a la Ing. López, lo habríamos hecho, pero de eso se encargan quienes intentamos señalar con la intervención. La élite viñatera que se cree aún hoy dueña del agua, encarnada en algunos personajes que trascienden mediáticamente luego de vociferar expresiones de odio. Entendemos que muchas de estas frases, no obstante, los prejuicios de género que contienen, reflejan una disputa con raíces profundas, que es la disputa por el agua.»

Cabe destacar que recientemente, Eduardo Garcés, presidente de la Junta de Riego de Chimbas expresó públicamente que los regantes no acatarán las medidas de cuidado de agua que propone Hidráulica y solicitaron que el nuevo director de la repartición sea un varón

Tuvimos una reunión y planteamos cosas, como que sea un director hombre». 

 Eduardo Garcés
Scroll to top
Close