¿Existe la luz al final del túnel?

Dos economistas sanjuaninos con posturas antagónicas analizan la promesa del gobierno: ajuste durante meses para estabilizar la economía en el futuro. ¿Es posible o es una fantasía repetida?

Javier Milei lleva una semana siendo presidente. Durante estos siete días, el ministro de Economía Luis Caputo anunció algunas medidas orientadas a reducir el déficit fiscal. Entre ellas las más relevantes son la reducción de subsidios de energía y transporte, el cese en la licitación de obra pública, devaluación del tipo de cambio oficial, reducción de ministerios y secretarías, entre otras.

Estas decisiones no tardaron en hacer efecto en la vida cotidiana de todos los argentinos y se vieron reflejadas en aumentos de productos y servicios de primera necesidad como alimentos, combustible, entre otros. Pareciera que por el momento existe cierta aceptación a este ajuste que se justifica en discursos como “ahora estamos pagando el precio real” o “esto es necesario para después mejorar”. 

En este sentido La Mecha dialogó con el economista Hugo Berozzi quién se mostró en desacuerdo con las medidas: “No hay ninguna garantía de que esto mejore. Los sectores que posiblemente se beneficien son los de alto rendimiento productivo de la pampa húmeda y el sector petrolero. Son sectores que derraman muy poco sobre el resto de la sociedad argentina, entonces va a haber mayor concentración de la riqueza”.

Hugo Berozzi

Según Hugo el plan del gobierno es similar al de Mauricio Macri en el sentido de que busca generar confianza en los capitales internacionales para que inviertan en el país. Este modelo podría explicarse con la teoría del derrame, que en palabras sencillas busca beneficiar a los sectores empresarios para estimular su inversión y así beneficiar a largo plazo a las clases trabajadoras mediante la generación de empleo. “Esta inversión no pasó antes y no hay razón para que pase ahora, más aún en un país con una situación social inestable con un fogonazo inflacionario fuerte”. Explicó Berozzi.

Por otro lado, el máster en economía Diego Hagmann explicó que las medidas que se tomaron recientemente son de emergencia y que no representan el plan integral del gobierno. En este sentido, la devaluación del tipo de cambio se realizó con el fin de lograr que las empresas puedan importar insumos a un precio más elevado pero sin trabas y así continuar la producción. 

“Estas medidas por sí mismas no van a bajar la inflación sino evitar el colapso. La inflación se baja con un programa consistente que baje el déficit fiscal, que genere empleo y productividad. En este momento se está esperando un programa económico integral y hay que verlo”. Explicó Hagmann.

Diego Hagmann

En contraposición a esto, Berozzi explicó que lo que se intenta hacer con la devaluación del tipo de cambio es empobrecer a los sectores asalariados frente a la posibilidad de exportar determinados productos de los grupos concentrados del país como la carne o el petróleo. 

Por otro lado, se les consultó a los economistas acerca de las similitudes que presenta el discurso del gobierno actual con el de Mauricio Macri. En aquel momento el mandatario hacía referencia a un supuesto “segundo semestre” donde la economía repuntaría luego de un ajuste. Pero además de lo discursivo, es destacable que tanto Federico Sturzenegger como Luis Caputo actualmente son funcionarios claves en economía y también lo fueron durante el gobierno de Cambiemos

Por un lado, Berozzi se mostró pesimista: “Esta inversión no pasó antes y no hay razón para que pase ahora, más aún en un país con una situación social inestable con un fogonazo inflacionario fuerte”. Por el contrario Hagmann expresó: “La diferencia con Macri es que él nunca tuvo un programa integral. Fueron medidas parecidas a las de Alberto, que devaluó un par de veces y se quedó ahí”.

En esta línea, Diego Hagmann explicó: “El éxito depende de que en las próximas semanas el gobierno largue el programa económico entero y que esto genere muchas expectativas que ya se empezaron a ver: el riesgo país bajó, se estabilizó el dólar. La gente comenzó a ver que algo mejor puede venir pero hace falta algo más concreto”

Finalmente, Berozzi sostuvo que no existe tal transición hacia algo mejor sino que el gobierno busca cambios permanentes: “Lo que se está buscando con esto no es un esfuerzo de unos meses sino que es un cambio estructural de los precios relativos, es decir los bienes que se exportan como la carne y el petróleo van a subir y los salarios nunca más van a llegar a los valores que estaban antes”. 

A simple vista está que las interpretaciones de ambos profesionales son antagónicas. Es cierto que no se puede esperar milagros de un gobierno que lleva una semana pero las primeras medidas han impactado fuertemente en los sectores medios y bajos, hecho que se contradice con el discurso “el ajuste lo va a pagar la casta”. 

Por otro lado, el protocolo de seguridad anunciado por Bullrich da a entender que el gobierno espera fuertes movilizaciones populares porque entienden que van a ser los sectores más golpeados por la crisis. Todavía es muy temprano para saberlo pero ¿Habrá luz al final del túnel?

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