En palabras simples, un economista sanjuanino explica las posibles consecuencias económicas del acuerdo con el FMI
El viernes 25/3 el Fondo aprobó el acuerdo de Facilidades Extendidas (AFE) para refinanciar la deuda de 44.000 millones de dólares que contrajo Mauricio Macri ¿Cuáles son las exigencias que impone el organismo internacional? ¿Qué implicaciones tendrá para nuestra economía?
El pasado 24 de marzo, además de las históricas consignas de Memoria, Verdad y Justicia, diversas organizaciones sociales levantaron banderas y pancartas con un lema en particular: soberanía. Las Abuelas de Plaza de Mayo, por su parte, convocaron a la marcha en todo el país bajo el hashtag #PorUnaPatriaSoberana. En este contexto, el reclamo buscó visibilizar la pérdida de autonomía del Gobierno Nacional frente a las condiciones económicas que impone el Fondo Monetario y recordó el ingreso del FMI a nuestro país durante el último golpe de Estado cívico-eclesiástico-militar.
En el escenario económico actual, las imposiciones del Fondo generan consecuencias directas en la vida de la gente. Por eso, el economista Fabian Saffe conversó con La Mecha para explicar en términos simples cuáles son las principales medidas que exige el acuerdo y sus posibles efectos.
Aumento de tarifas de servicios
En primer lugar, el FMI exige al Gobierno Nacional disminuir el déficit fiscal a través de una reducción de los subsidios a las tarifas de servicios. Es decir que, el precio de la luz, agua, gas, combustible, entre otros, dejará de estar “congelado” y sufrirá aumentos con el objetivo de disminuir el gasto público.
Sin embargo, esta exigencia podría no tener el efecto deseado ya que, según Saffe, al subir el precio de los servicios, ese gasto público se transfiere al bolsillo de la gente. El poder adquisitivo disminuye y directamente baja el consumo, como consecuencia, el Estado adquiere menos recaudaciones en impuestos, lo que generaría un efecto rebote en el cual el consumo cae y se recauda menos.
Según el economista, lo que debería lograr el Gobierno es aplicar tarifas diferenciadas: aquellos que tienen mayor capacidad contributiva pagan más que los pequeños contribuyentes. De esta manera se evitaría el efecto rebote ya que implicaría un pago proporcional de servicios a la medida del usuario.
Tipo de cambio competitivo
El Gobierno pretende lograr la meta de reducción de inflación manteniendo altos los precios de las tarifas y del dólar. El valor de moneda extranjera elevado tiene el objetivo de lograr un tipo de cambio competitivo, esto significa en términos generales que se busca que los costos internos del país sean bajos en dólares en comparación con los costos en el resto del mundo.
La ventaja de un tipo de cambio alto es que hace a la economía más competitiva en precios: favorece a los productores porque exportan mercancías a precios altos y aumentan su producción porque es menos costosa. De esta manera, el ingreso de divisas al país es mayor y permite una recaudación alta para el pago de la deuda. Sin embargo, esta medida perjudica a los asalariados porque su salario en dólares disminuye al bajar los costos internos. Por otro lado, el consumo disminuye al ser una consecuencia de la reducción del poder adquisitivo.
“Si el precio de las tarifas sube y se busca tener un tipo de cambio competitivo, es necesario subir el dólar. Entonces aparecen dos factores inflacionarios, se mengua una causa pero por otro lado aparecen dos más que son las tarifas altas y el tipo de cambio alto”, explicó Saffe.
Además, el economista explicó que el Gobierno podrá hacer microdevaluaciones sin que se dispare la inflación, siempre y cuando tenga grandes reservas. El Gobierno Nacional busca conservar reservas, manejar el tipo de cambio y aunque haga devaluaciones, entiende que las expectativas de inflación no se van a encender.
Reducción de la emisión monetaria o la “maquinita de imprimir”
Reducir la emisión o el financiamiento del Banco Central de la República Argentina (BCRA) implica que el déficit va a ser colocado en el mercado local de deuda. Es decir que, se van a emitir bonos para que la gente preste plata en pesos. “Para que esto funcione, tienen que ser bonos atractivos y esto se logra subiendo las tasas de interés. Esa suba perjudica a la gente que consume menos porque sale más caro tarjetear, es más caro hacer inversiones y eso en definitiva es inflacionario”, comentó el economista sanjuanino.
Según Fabián, el funcionamiento de esta medida depende de la brusquedad del aumento de las tasas. Es decir que, si se hacen aumentos moderados, éstos no afectarán tanto a los pequeños empresarios y la gente porque encontrarán alternativas de inversión como tasas promocionales.
Por otro lado, las tasas altas y el tipo de cambio alto, podrían favorecer las inversiones extranjeras. Además, también podría interpretarse como un incentivo al ahorro en moneda local y no en dólares.
Balanza comercial positiva
Según la teoría económica ortodoxa y el FMI, para tener una balanza positiva es necesario tener más exportaciones que importaciones y así hay una acumulación de reservas. Para lograr esto, es necesario un tipo de cambio alto que se logra a través de devaluaciones que a su vez son otro factor inflacionario.
Según Saffe, este objetivo es sumamente difícil para el Gobierno Nacional porque las microdevaluaciones que se realizan en pos de lograr una balanza positiva afectan los índices inflacionarios: “la manera de cumplir la meta es manteniendo un tipo de cambio alto pero siempre controlado, que no permita saltos bruscos con fuertes devaluaciones”.
Por otro lado, debido a la suba de precios internacionales de productos que exporta Argentina, bastaría con apenas aumentar el tipo de cambio para mantener una balanza positiva.
Algunas conclusiones
“Es cierto que el Gobierno se compromete a cumplir metas muy difíciles pero con el acuerdo se gana tiempo. Es ingenuo creer que la intervención del FMI se va a dar en una dinámica de bienestar económico, pero lograr tiempo es fundamental porque permite cierto margen para generar crecimiento”, opinó Saffe.
Por otro lado, algunos sectores de la sociedad interpretan similitudes del escenario actual con la aplicación del Plan Cóndor en 1975. Este buscó sentar las bases del neoliberalismo a través de la represión por parte de los gobiernos de facto en la región. Si bien el contexto actual presenta marcadas diferencias, es importante resaltar que la soberanía del Gobierno Nacional para tomar decisiones económicas, está determinada por las exigencias de un organismo internacional con una fuerte impronta estadounidense.