Elecciones Legislativas nacionales: ¿Por qué baja la participación, cómo funcionó la boleta única de papel y hacia dónde va la polarización?

Con una participación menor al promedio histórico, el estreno de la boleta única de papel transcurrió sin irregularidades ni denuncias. El país espera los primeros resultados oficiales a partir de las 21.

A las 18hs se cerraron los comicios en todo el país. El Gobierno informó que los primeros datos oficiales se difundirán a partir de las 21. La Cámara Nacional Electoral registró que votó el 66% del padrón, el número más bajo en una elección legislativa nacional desde 1983. El número confirma la tendencia de menor participación que se vio en los ocho distritos que ya pasaron por las urnas este año: un promedio del 58%, casi 20 puntos por debajo de la media histórica.

Con actitud animada, Karina Milei salió a la puerta del Hotel Libertador y le habló a la militancia. «Han sido unos comicios muy tranquilos y en paz. Estoy muy contenta como presidenta del partido porque estuvimos en los 24 distritos. También estamos contentos por la boleta única ya que no tuvimos ninguna queja. Los números no los tenemos, quiero agradecer a todos los argentinos que fueron a votar», expresó. Siendo las 20.45 del domingo, en Provincia de Buenos Aires Diego Santilli, de La Libertad Avanza supera por dos puntos a Jorge Taiana, de Fuerza Patria, con un 60% de las mesas escrutadas.

Foto: Gentileza.

Hoy se renovarán 127 escaños en Diputados. Actualmente, en la Cámara de Diputados, los libertarios cuentan con 44 legisladores. Sumados a los 37 del PRO, 2 de Futuro y Libertad y 1 de Somos Fueguinos, son 82 diputados que conforman el multibloque oficialista que ha votado a favor de las propuestas libertarias. En esta elección, apenas cinco legisladores más le permitirían al Gobierno nacional conseguir el tercio que necesita para bloquear vetos y evitar el juicio político.

También se renuevan 24 escaños en el Senado en solo ocho provincias. En cuatro de ellas, La Libertad Avanza proyecta resultados favorables, especialmente en San Luis, Córdoba, Mendoza y Chubut.

En Santa Fe y Córdoba, los libertarios esperan recuperar los votos que dan por perdidos en provincia de Buenos Aires, principal bastión peronista. Las proyecciones ubican a La Libertad Avanza y al peronismo reunido en Fuerza Patria como los actores centrales de la contienda. Será, dicen los analistas, una pulseada marcada por la polarización, aunque aparece también una tercera vía impulsada por seis gobernadores que no se alinean ni con los libertarios ni con el kirchnerismo: Provincias Unidas.

Este un nuevo espacio político surge de la confluencia de Encuentro Federal con un grupo de gobernadores. Considerados como la «tercera opción» electoral, su epicentro se encuentra en la zona centro del país. Entre los gobernadores que forman parte de este armado destacan Maximiliano Pullaro (Santa Fe) y Martín Llaryora (Córdoba), líderes de dos de los cinco distritos más influyentes en el padrón electoral.

Sobre las 19 de este domingo trascendieron rumores de que al espacio no le fue bien ni en sus propios distritos ya que no lograron capitalizar el voto antiperonista, que fue condensado por los candidatos de La Libertad Avanza.

El Jefe de campaña de Provincias Unidas, Manuel Calvo, fue cauto sobre los resultados y expresó en rueda de prensa que: «Nuestro objetivo es mantener y recuperar esas dos bancas y lograr el objetivo mayor que es ganar mayor cantidad de banca».

La gran novedad del día fue el estreno de la boleta única de papel (BUP). El cambio reemplazó a la vieja lista sábana y, en general, tuvo una recepción positiva: votantes y autoridades destacaron la agilidad al sufragar. Además, hasta el cierre de la jornada no se habían reportado denuncias por irregularidades ni robos de boletas, ya que la boleta se entrega en mano por la autoridad de mesa.

No obstante, el verdadero control empezará con el escrutinio de mesa, que arranca después de las 18. Allí los partidos advirtieron un riesgo concreto: que, por descuido o maniobra, se anulen votos válidos si alguien marca con una cruz más de un casillero.

Hubo un reclamo público, sobre todo político, desde La Plata. Axel Kicillof, tras votar en la Escuela de Gobierno en Salud Floreal Ferraro, cuestionó el cambio: dijo que en septiembre el sistema tradicional funcionó con normalidad, que fue más barato y que no hubo denuncias. Votó luego de media hora de fila.

Desde el Gobierno, en tanto, celebraron la implementación. El ministro del Interior, Leandro Catalán, resaltó “la facilidad de la boleta única” y recordó que “a las 21 tendremos los primeros resultados oficiales”.

La jornada transcurrió sin incidentes entre los dirigentes que concurrieron a votar. El presidente Javier Milei votó en una sede de la Universidad Tecnológica Nacional (UTN) del barrio Almagro, acompañado por su hermana, Karina Milei, secretaria general de la Presidencia. Ambos evitaron dar mensajes públicos al salir.

El expresidente Mauricio Macri aprovechó la ocasión para pedir cambios en el equipo de gobierno y empujar una “agenda de cambio”; dijo, en tono irónico, que “el Presidente tiene mi teléfono”.
El jefe de Gabinete, Guillermo Francos, valoró la intervención de Macri y se mostró abierto al diálogo. Sobre su continuidad en el gabinete, dijo que todo dependerá del resultado y de lo que decida el Presidente.

Las señales del malestar social

Hasta que lleguen los datos oficiales después de las 21 no habrá certezas sobre la magnitud del triunfo de ninguna fuerza. Pero la foto del día ya quedó: baja participación, estreno de la BUP sin denuncias masivas y una jornada de votación que, en lo operativo, terminó sin sobresaltos.

La participación electoral cayó al nivel más bajo desde 1983. En las elecciones legislativas de 2025, votó apenas el 67% del padrón nacional, una cifra que preocupa por su tendencia descendente. En San Juan, la asistencia fue del 63% de los electores acudió a las urnas, según datos de la Dirección Nacional Electoral.

La baja participación responde a una combinación de factores. Por un lado, el desencanto con la política y la falta de opciones que generen entusiasmo. Por otro, el impacto del ajuste económico y la precarización laboral, que generan apatía en una parte del electorado que decide desentenderse de la política.

A esto se suma un fenómeno más estructural: la pérdida de identificación partidaria. En los últimos años, las fuerzas tradicionales no lograron reconstruir vínculos con sectores que se sienten marginados del debate público.

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