El peso de ser ‘Hijos de’ en San Juan

Una madrugada trágica sacudió San Juan: una adolescente de 16 años perdió la vida en un impactante accidente. Mientras la comunidad espera respuestas, se desentrañan detalles y se pone el foco en la «Justicia para unos pocos».

La reciente tragedia que envuelve la muerte de Lucía Luján Rubiño Montilla volvió a poner en el foco al sistema de justicia y a la falta de equidad que existen en sucesos como este. El caso es doloroso en sí mismo, sí, pero lo que lo hace aún más inquietante es el hermetismo que lo rodea y la percepción de que estamos ante una «justicia para pocos».

Cuando la noticia de un incidente trágico sale a la luz, es común que la Policía y los medios de comunicación brinden detalles clave, incluyendo los nombres de los implicados y la secuencia de eventos. Esto es lo que la comunidad espera: transparencia y la oportunidad de comprender lo que sucedió. Sin embargo, en el caso de Lucía Rubiño Montilla, el silencio y la falta de información generaron más preguntas que respuestas. Además también generó un sinfín de datos cruzados en las redes sociales, mezclados con la indignación lógica que esta situación genera. De hecho, el nombre del presunto asesino al volante circuló en las redes sociales (cuyas iniciales serían N.M.), pero desde la Policía y los medios de comunicación de la provincia no lo dieron a conocer.

Lucía Rubiño Montilla, la joven que murió atropellada este domingo.

El motivo detrás de este inusual secretismo se vincula directamente con la influencia de ser «hijos de». En este caso, los jóvenes involucrados en el incidente provienen de familias de alto poder socioeconómico y, en algunos casos, de magistrados y funcionarios del sistema judicial. A medida que el rumor se propaga y la falta de información persiste, es difícil evitar la sensación de que, una vez más, la justicia se inclina en favor de unos pocos privilegiados.

La gente se pregunta por qué en esta ocasión no se divulgan nombres ni detalles, mientras que en otras tragedias similares, se proporciona información sin reservas. Particularmente, no se puede revelar la identidad de menores de edad en causas judiciales y por eso no lo hacemos. Pero, ¿en cuántos casos similares, que no involucran a gente de poder, la información circula velozmente en los canales entre policías, periodistas e incluso agentes de la Justicia?

¿Es que acaso ser «hijos de» otorga un escudo protector? ¿Es la transparencia solo para algunos, pero no para otros?

Si bien la Justicia de Menores está a cargo de la investigación, su falta de claridad en la divulgación de la información está haciendo que se cuestione la imparcialidad del sistema. ¿Se aplicará la ley con rigor, sin importar el estatus social o los antecedentes familiares de los implicados?

La muerte de Lucía Rubiño Montilla es un recordatorio de la necesidad urgente de abordar estas preocupaciones y reafirmar que la justicia debe ser verdaderamente ciega ante el poder y la influencia. La igualdad ante la ley es un principio fundamental de cualquier sociedad justa y democrática, y San Juan no debe ser la excepción. De hecho son estas las cosas que hacen que exista un hartazgo en la sociedad, en donde el mensaje de “ir contra la casta” cobra verdaderamente sentido y se materializa.

Este caso no es un incidente aislado; en la pandemia resonó también el caso de quienes hicieron una fiesta VIP masiva y no fueron juzgados de la misma manera que cualquier otro ciudadano que violaba el aislamiento social y preventivo en aquél momento. Quienes lean esta columna de opinión seguramente recordarán aquél suceso.

Audiencia contra los «fiesteros VIP» en 2020. Foto: Diario Huarpe.

También hace aproximadamente un año, una joven sanjuanina subió a sus redes sociales los testimonios de muchas mujeres contra «hijos del poder». Denuncias de violación, hostigamiento, violencia física y bullying salieron a la luz gracias a la valentía de esta joven, quien decidió romper el silencio después de que una conocida suya compartiera una historia de abuso. Este acto reveló una red de abuso que involucraba a varios individuos poderosos, arrojando luz sobre la desigualdad que prevalece en nuestro sistema judicial.

Todos estos casos operan como recordatorios de la necesidad urgente de abordar las preocupantes disparidades en la aplicación de la ley y garantizar que la justicia sea verdaderamente ciega ante el poder y la influencia.

El caso

Lucía Luján Rubiño Montilla perdió la vida tras ser atropellada cerca de las 3.30 de la madrugada del domingo 15 de octubre en el Barrio Profesionales de Rivadavia. La joven, de 16 años, fue arrollada por un Renault Sandero conducido por un menor de edad, identificado solamente como N.M.

Así quedó el Renault Sandero después del accidente.

Según publicó Tiempo de San Juan luego de conversar con personal policial, quienes revelaron las líneas investigativas que se manejaron en este caso, los hechos se desencadenaron a las 3.24 de la madrugada, cuando un grupo de adolescentes se encontraba en la vereda de una vivienda en el barrio, que resultó ser la residencia del juez de Paz de Zonda, Octavio Caballero, aunque este último no estaba en la provincia en ese momento. Las chicas participaban en una reunión en el domicilio del juez cuando, en un trágico giro de eventos, un menor de edad que conducía un Renault Sandero perdió el control del vehículo, por razones aún en fase de investigación, impactando directamente a Lucía Luján Rubiño Montilla. La joven fue trasladada al Hospital Rawson, pero lamentablemente perdió la vida aproximadamente una hora y media después de su llegada.

El conductor del Renault Sandero, un menor de edad, está actualmente bajo custodia policial. Según la Policía, el joven tenía licencia de conducir, seguro y se le realizó el test de alcoholemia, en presencia de su padre, según lo establece la legislación. Aunque aún no se proporcionó información oficial sobre la velocidad a la que viajaba el vehículo ni los resultados del test, se supo que la calle Zonda, donde ocurrió el accidente, no está completamente pavimentada.

El video de las cámaras de seguridad que investiga la Justicia.

A pesar de que algunas versiones circulaban en las redes sociales sobre la posibilidad de que los vehículos estuvieran corriendo picadas y que un vehículo Hilux haya encerrado al Renault Sandero, la Policía declaró que no maneja esta hipótesis. Según los testigos presentes en el lugar del accidente, esta versión no coincide con lo que presenciaron. Dato: este lunes 16 de octubre se realizarán nuevas rondas de testimonios para tratar de arrojar luz sobre estos hechos.

Una llamada al 911 dos horas antes del accidente alertó sobre la posible carrera ilegal en el Barrio Profesionales. Hasta ahora, no se estableció una conexión definitiva entre este episodio y el accidente, debido al desfasaje temporal.

Las pericias jugarán un papel crucial en la investigación, ya que buscarán determinar la velocidad a la que transitaba el conductor del Sandero y si, además de impactar a la víctima en la vereda, chocó con otro obstáculo, lo que se reflejaría en el significativo daño en la parte delantera del vehículo.

Oficialmente, se aclaró que no hay prófugos en relación con el accidente y que el menor conductor viajaba solo en el automóvil en el momento del impacto, no formando parte del grupo de adolescentes que se encontraba en la reunión. Aunque no se descarta que pudieran conocerse, no eran parte del mismo grupo. En el momento del choque, las chicas estaban esperando afuera de la casa para que sus padres las buscaran.

La víctima, Lucía Rubiño Montilla, de 16 años, era la hija menor de María Belén Montilla, una destacada profesora de danza en Albardón y la actual directora de Turismo y Cultura del mismo departamento. Lucía estudiaba en el Colegio Integral de San Juan en la actualidad.

Scroll to top
Close