Estudiantes de la UNSJ: del subsuelo al comedor
Con el cumplimiento de esta deuda histórica, más de 300 comensales podrán almorzar en un ambiente limpio y agradable en las inmediaciones de sus facultades.
Viernes 5 de agosto de 2022 – 18:20
Desde el mes de agosto en adelante, el comedor ubicado en el Complejo Universitario Islas Malvinas (CUIM) se habilitó oficialmente para que los y las estudiantes de la Universidad Nacional de San Juan (UNSJ) puedan almorzar de lunes a viernes. Se trata de un gran edificio que cuenta con todas las facilidades necesarias para garantizar un derecho que los y las estudiantes demandan hace años: contar con un lugar cómodo y limpio para comer. Así, alrededor de 300 comensales pasarán de almorzar en el subsuelo de la Facultad de Ciencias Exactas -un espacio incómodo y sin facilidades que además había quedado chico- a contar con un edificio preparado con todas las condiciones.
Como ya se mencionó en una nota anterior, la primera etapa de la obra del comedor fue inaugurada en el año 2014, bajo la gestión del anterior rector Oscar Nasisi. La segunda etapa de la obra, que correspondía a las áreas de cocina, servicios, sanitarios y depósitos, no había sido terminada hasta ahora. Pasaron 8 años para que se concretara la obra.
Si bien aún falta corroborar instalaciones de la cocina, todo el personal ya se trasladó al lugar y esperan poder cocinar allí pronto. Por el momento, los alimentos vienen cocinados desde el Palomar y luego son calentados y servidos en el comedor. “Ya estamos acá y podemos ver los detalles que van faltando, las cosas necesarias”, dice Sebastián Cortez, el cocinero. “Yo no veía la hora de cambiarnos. Estábamos bastante incómodos en el subsuelo de Exactas. Era un lugar feo estéticamente, estábamos encerrados. Ahora venir acá es un sueño; para un cocinero esta cocina es un sueño”, termina por contar Sebastián antes de que sus compañeros lo llamen desde otra esquina de la cocina. Es que se hacen las 12:30 y comienzan a aparecer los primeros comensales.
Para los y las integrantes de la Comisión Interna del Comedor Universitario (CICUS) la inauguración significó la conquista de un derecho que esperan hace casi una década. “Todo esto es parte de una larga historia. A Juan Gutiérrez le siguieron muchos otros militantes y todos los que pasaron dejaron su huella. Fue un largo proceso hasta llegar acá. Hace diez años venimos luchando por el comedor”, dice Romina Cisterna, integrante de CICUS y estudiante de la Tecnicatura Universitaria en Administración Pública.
Desde el 2014, el comedor lleva su nombre en honor a Juan Antonio Gutiérrez, un estudiante de Ingeniería de la UNSJ que fue desaparecido en la última dictadura y que había sido el primer Presidente de la CICUS en 1975. Los y las integrantes de la comisión mantienen vivo su recuerdo.
“Cuando nos dijeron que iban a inaugurar el comedor al principio no les creíamos porque nos venían diciendo desde diciembre que iban a inaugurar y después en febrero y después en marzo… así que ni nos ilusionamos. Pero este lunes, cuando llegamos y estaba el comedor abierto, fue una emoción tremenda. Aunque todavía faltan cosas, tanto esfuerzo, tantas protestas y asambleas han valido la pena”, cuenta Romina con alegría.
La finalización de la obra del comedor fue muy paulatina. Romina explicó que, si bien había un sector de mesas que se utilizaban anteriormente para comer, el espacio no estaba ni mucho menos acondicionado y la comida aún era recibida en el subsuelo de la Facultad de Exactas. En ese caso, los y las estudiantes debían atravesar un largo trayecto desde el subsuelo hasta el comedor. Sin embargo, después de la intoxicación ocurrida en el mes de mayo, se agudizaron las medidas sanitarias y se prohibió volver a comer ahí hasta que la obra estuviera finalizada.
SOBRE LA OBRA
Cabe destacar que las terminaciones de la obra fueron realizadas por una cooperativa y no por la empresa adjudicada anteriormente (Obrascom S.R.L). Lucas Molina, actual secretario de Bienestar Universitario explicó que, al asumir la gestión en 2021, se encontraron con una serie de cosas a resolver que no habían llegado a ser ejecutadas por la empresa constructora anterior o que no estaban bien contempladas en el plan original.
“Nosotros a través de la Secretaría de Bienestar contratamos el servicio de una cooperativa. Se hizo un llamado para que diferentes empresas cotizaran para hacer el mantenimiento de los espacios de la Secretaría y lo ganó la Cooperativa 135. A través de esa cooperativa pudimos llevar adelante la instalación de los equipamientos necesarios para la cocina: mesadas, lavavajillas, hornos, moledora de carne. También, el acondicionamiento de sectores que no estaban preparados”, cuenta Lucas. “Es un buen ejemplo de una organización de la economía popular que puede trabajar eficientemente, generando puestos de trabajo y resolviendo un problema”, agregó.
El secretario también comentó que actualmente se está realizando una auditoría interna en la Universidad para ver qué responsabilidad hay de la empresa o de la Universidad respecto de la postergación de la obra del comedor.
INFORMACIÓN
Para almorzar en el comedor los y las estudiantes deben adquirir un ticket quincenal ($100) o mensual ($200) que se vende de 9 a 12 de la mañana en el mismo comedor o en el Complejo El Palomar. Si se quiere almorzar una única vez, el ticket diario debe adquirirse en horario de mañana sólo por el Palomar y cuesta $10. Este sistema permite prever la cantidad de viandas diarias que deben realizarse.