Educación Sexual Integral: una materia pendiente en San Juan desde hace 15 años

La falta de aplicación de la educación sexual integral en las escuelas es una clara vulneración de los derechos de les niñes, juventudes, adulteces y hasta de los equipos docentes militantes de esta ley ¿Qué está pasando en San Juan? ¿Por qué no se está implementando? ¿Por qué es necesaria su aplicación?

El pasado 4 de octubre se cumplieron 15 años de que se sancionó la ley 26.150 Programa Nacional de Educación Sexual Integral. La provincia de San Juan recién se adhirió a la misma en el año 2018, es decir 12 años después de su sanción. Desde el Ministerio de Educación provincial, ese mismo año, se establecieron resoluciones para plantear su aplicación de manera progresiva y por etapas pero desde el 2019 no hubo avances respecto a la aplicación de la ley. 

Para Ana Bertazzo, Licenciada en Trabajo Social, “la ley no se aplica en la provincia por una historia de conservadurismo y vinculación con la iglesia católica”. A raíz de estos ejes que sostienen a lo largo del país y también por parte del gobierno sanjuanino, en el año 2016 se creó el movimiento #ConMisHijosNoTeMetas organizado y militado por padres conservadores de Latinoamérica. Este movimiento sostenía que desde la Educación Sexual Integral se iba a promover la “homosexualización de les niñes”, el cambio de sexo y/o género y la industrialización del aborto. Para muches, esta no fue más que una campaña de desinformación y negación a la promoción de los derechos humanos de les jóvenes, que sólo obstaculizó la implementación de la ley en las escuelas argentinas. 

Asimismo, para Belén Maldonado, docente de Nivel Inicial, “hay poca apertura política y social para trabajar esta temática en los espacios curriculares. Además, a nivel gubernamental y ministerial hay cierto silenciamiento con respecto a la ESI, ya que es obvia la evasión del tema por 15 largos años”. En el año 2019 desde el Ministerio de Educación de San Juan, se les pidió a las instituciones escolares que armen e implementen un proyecto de ESI que se trabajó de manera apresurada y no tuvo incidencia en las escuelas. Belén, en aquel momento, buscó trabajar con una perspectiva de derechos humanos, eje central de la ley. En el mismo, se trabaja con lo afectivo y con el reconocimiento del propio cuerpo y el de los demás. Sin embargo, en aquel año, no se pudo trabajar con el resto de los ejes porque el ciclo lectivo estaba por terminar. 

Belén, además de ser docente en el Nivel Inicial de la Escuela Presidente Sarmiento en el departamento de Rawson, tiene una diplomatura sobre Educación Sexual Integral y plantea que les alumnes de nivel inicial están descubriendo su propio cuerpo. Por ello, “la implementación de la misma tiene que ser urgente porque desde la ESI se aborda el reconocimiento, el cuidado y las diferencias entre el propio cuerpo y el de los demás. Además, que la misma, les brinda las herramientas para comprender cuando alguien vulnera su cuerpo, su bienestar y el derecho a su intimidad”, comenta Belén. Tal es así, que un estudio del Ministerio Público Tutelar (MPT) de la Ciudad de Buenos Aires reveló que en el año 2019, el 70 y el 80 por ciento de niñes y adolescentes de la capital de Argentina se dieron cuenta que habían sido abusados, luego de sus clases de educación sexual.

Para la alumna Martina Gutierrez es necesaria la aplicación de la Educación Sexual Integral en las escuelas porque es crucial tener conocimiento sobre estas temáticas, tanto como una materia curricular normal. Además, en otros espacios no se propicia esta información y esta no es más que una falencia del Estado, nos explica Martina, alumna de 5to año en la escuela San Martín. Asimismo, ella en sus 11 años de escolaridad nunca tuvo ESI como proyecto institucional formal. 

La implementación de la ESI es fundamental porque fortalece a la búsqueda de respuestas eficaces ante situaciones de vulneración de derechos como lo son la violencia, el abuso y el maltrato hacia niños, niñas y adolescentes. Desde el Ministerio de Educación de la Nación se comprende a la ESI como un espacio sistemático de enseñanza y aprendizaje, que promueve saberes y habilidades para la toma de decisiones conscientes y críticas en relación con el cuidado del propio cuerpo, las relaciones interpersonales, el ejercicio de la sexualidad y los derechos. Asimismo, desde la ley se busca generar condiciones de igualdad propiciando el respeto entre todes, reconociendo y aceptando la diversidad entre les seres humanes, eliminando cualquier forma de discriminación hacia un otre. 

A modo de síntesis, algunos de los propósitos formativos de la ESI para el Ministerio de Educación de la Nación son: en primer lugar, que cada niñe tenga la oportunidad de reconocer sus derechos y responsabilidades, respetando los derechos de los demás. En segundo lugar, se busca trabajar con el reconocimiento de sus sentimientos y emociones en relación con la sexualidad, eliminando tabúes y trabajando con los prejuicios para que les ñiñes puedan expresarse libremente. En tercer lugar, se propicia el conocimiento del cuerpo humano brindando información anatómica y fisiológica. En cuarto lugar, se promueve valores relacionados con la solidaridad, el respeto, el amor y la integridad de las personas, también en relación con la sexualidad. En quinto lugar, se intenta educar en hábitos de cuidado del cuerpo, salud sexual y reproductiva según la edad de los alumnos. Estos son algunos de los ejes importantes que trata la Educación Sexual Integral en los espacios curriculares. 

Si no se enseñan estas temáticas en los ámbitos de educación corremos el riesgo de que se sigan reproduciendo acciones que atentan contra la libertad, integridad y el cuidado de les otres. Muchos niños y adolescentes, y hasta adultos, no tienen conocimiento sobre enfermedades e infecciones de transmisión sexual, como tampoco sobre el respeto, ni la aceptación de la diversidad ¡No se conoce como es la anatomía de un cuerpo trans! Y si bien, la educación sexual debería comenzar en la casa, es innegable reconocer y admitir que por tabúes o prejuicios pre-instalados en la sociedad no se tratan en familia. 

Sin ESI en las escuelas, se les está negando el derecho a les niñes y adolescentes a recibir información útil y necesaria para el desarrollo de una persona en sociedad. Por otro lado y a modo de conclusión, es importante entender que lo que no se dice se invisibiliza, por lo tanto, no se conoce. En este caso, todos los ejes que trata esta ley están siendo negados e invisibilizados para ser abordados y trabajados desde la educación.

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