Confirman el hallazgo de restos de desaparecidos en el centro clandestino La Perla

El Equipo Argentino de Antropología Forense registró un 60% de progreso en las excavaciones de La Perla, Córdoba. Allí, confirmaron el hallazgo de cajas con restos humanos vinculados a enterramientos clandestinos durante la dictadura.

El Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF) confirmó un avance del 60% en la búsqueda de restos óseos humanos en el ex Centro Clandestino de Detención La Perla, en Córdoba. El organismo presentó un informe sobre el progreso de las excavaciones realizadas durante 2025 en Loma del Torito, dentro de la Reserva Natural Militar La Calera. Hasta ahora, el EAAF halló seis cajas con restos humanos en el marco de la causa por “enterramientos clandestinos”.

Foto: Ezequiel Luque / La Tinta

Las excavaciones se realizaron con retroexcavadoras supervisadas por especialistas en un área de 10 hectáreas dentro de un predio de 10 mil. En esta etapa se intervinieron 4 hectáreas, con cerca de 10.000 metros lineales de trincheras, divididos en unas 470 unidades de unos 20 metros cada una. La campaña continuará en 2026, y resta trabajar sobre una superficie adicional de 2 hectáreas. Desde 2004, por orden del Juzgado Federal N.º 3 de Córdoba, el EAAF lleva adelante búsquedas sistemáticas con técnicas arqueológicas, geológicas y geofísicas en el predio.

Foto: Ezequiel Luque / La Tinta

De la búsqueda participaron integrantes de organizaciones de Derechos Humanos, familiares, autoridades provinciales y municipales, representantes de las universidades de Córdoba y Río Cuarto, y miembros del Ejército Argentino.

En la zona se detectaron alteraciones del suelo provocadas por maquinaria pesada, posiblemente durante una remoción realizada en 1979. Por eso, los investigadores sostienen la hipótesis de que los cuerpos fueron trasladados en esa fecha, lo que explicaría que los restos hallados estén “mezclados”.

Según los testimonios incorporados a la causa, en la zona existieron fosas que luego fueron removidas y cuyos cuerpos habrían sido trasladados a otro sitio. El material óseo humano fue embalado y enviado a laboratorio para su clasificación e identificación, para determinar a cuántos individuos pertenecen. Después, se realizarán los análisis de ADN que se cotejarán con el registro del EAAF.

«Caminamos entre la tierra removida. Muchos lloramos. Sentimos alegría por haberlos encontrado y también una profunda tristeza«, expresaron las familias en un comunicado

La prospección y excavación del área delimitada comenzó a mediados de septiembre y, menos de quince días después, la Justicia confirmó el primer hallazgo de restos óseos. En 2015, ya se habían identificado los restos de un grupo de estudiantes de medicina desaparecidos en 1975, en la zona de los hornos de Ochoa, dentro del predio de La Perla.

La causa judicial y los restos hallados

La causa investiga los restos de personas detenidas y luego desaparecidas halladas en una fosa común. Del proceso judicial participan 26 familiares de 21 víctimas, que tenían entre 17 y 37 años y diversas ocupaciones: estudiantes universitarios, modistas, obreros, maestras, empleados e ingenieros, entre otros. En abril de este año, madres, hijos, hermanos y hermanas reclamaron justicia por sus familiares desaparecidos y exigieron a la Justicia Federal de Córdoba ser reconocidos como querellantes.

“Cuarenta y nueve años después, estas lomas nos revelan certezas. Que nuestros familiares están allí, cerca de La Perla, de donde los sacaron para matarlos, como dijeron los sobrevivientes desde 1980. Que el Ejército Argentino siempre supo dónde estaban —y están—: en terrenos propios”, agregaron.

Foto: Ezequiel Luque / La Tinta

«El derecho a buscar los cuerpos de los nuestros es un derecho indiscutible. Va a ser posible quizás, el duelo que no podemos hacer. Yo tengo mi compañero desaparecido, Eduardo Requena. Hay compañeras que tienen hermanos, compañeros que tienen padres, que tienen hermanas. Gente de afuera, del exterior, que ha mandado poderes de Alemania, de Rosario, varios de Israel, gente que quisiera tener algún indicio de qué fue de su familiar, de nuestros familiares», explicó a El Resaltador Soledad García Quiroga, cónyuge de Requena, trabajador y dirigente de CTERA secuestrado y desaparecido el 23 de julio de 1976.

Cómo operó el centro clandestino La Perla

La Perla fue un Centro Clandestino de Detención Tortura y Exterminio (CCDTyE) que funcionó en la localidad de Malagueño, provincia de Córdoba, desde marzo de 1976 hasta fines de 1978, en el marco de la última dictadura cívico-militar en Argentina.

Foto: Comision por la Memoria

En ese período, entre 2.200 y 2.500 personas estuvieron cautivas allí. La mayoría fue asesinada e inhumada de manera clandestina en los terrenos aledaños y aún hoy permanece desaparecida. El CCDTyE La Perla, como los más de 800 centros clandestinos de detención del país, fue un engranaje central del plan sistemático de exterminio contra la oposición política.

La disputa por la memoria en el presente

En medio del avance de las excavaciones en La Perla, resuenan con fuerza los discursos negacionistas impulsados por el gobierno nacional, que cuestionan la cifra histórica de detenidos-desaparecidos durante la dictadura y redefinen los crímenes de Estado como “excesos” o como parte de una “guerra” civil.

Frente a esa ofensiva oficial, que incluye desfinanciamiento de organismos de memoria y la difusión institucional de una narrativa revisionista, choca frontalmente con los reclamos de las familias: tras décadas de injusticia, los restos hallados en La Perla son la prueba tangible de delitos de lesa humanidad que no admiten olvido.

Foto: Gentileza

En su reciente comunicado, reclamaron que estos hallazgos no queden en el olvido, pidieron que la verdad complete su curso y demandaron una condena social y judicial para quienes negaron y ocultaron estos crímenes.

Con cada hallazgo, la excavación en La Perla vuelve a conectar el presente con una herida abierta que persiste desde hace casi medio siglo. La búsqueda no solo intenta reconstruir el mapa de los crímenes de la dictadura, sino también restituir identidades, cerrar duelos postergados y devolver a las familias una verdad por la que llevan décadas peleando.


Scroll to top
Close