Cenizas del oro: ¿Quién se hará cargo de la contaminación de Barrick y Shandong Gold?
Las cenizas provenientes de residuos peligrosos de la minería serán retiradas del Parque Industrial de Chimbas. A través de un programa, el Gobierno provincial insta a las empresas mineras a remediar un problema ambiental postergado durante años. Sin embargo, empresarios de las plantas de tratamiento opinan que se trata de un «parche» y no una solución definitiva.

A principios del 2024 trascendió la noticia de que toneladas de cenizas de residuos peligrosos se encontraban a la intemperie en el Parque Industrial de Chimbas. Estas cenizas se originan por la incineración de residuos peligrosos —entre ellos residuos mineros— y, situadas a la intemperie, podían implicar un riesgo ambiental y sanitario. Frente a la situación, la Secretaría de Ambiente de la provincia puso en marcha un Programa Integral de Gestión y Remediación Ambiental de Residuos Peligrosos (Pigrarpe).
La primera parte del programa consiste en retirar las cenizas acopiadas en el Parque Industrial y enviarlas a un relleno de seguridad en Neuquén para su disposición final. Los rellenos son depósitos diseñados para contener el destino final de residuos peligrosos y evitar que contaminen el medio ambiente.
Con la iniciativa del Pigrarpe, Gobierno busca dar respuesta a varias problemáticas. Por un lado, remediar la emergencia ambiental que representan las cenizas a la intemperie, una situación postergada a lo largo de las gestiones anteriores. Por otro lado, el programa procura dar cumplimiento a la Ley 24051 de Residuos Peligrosos. Y, por último, propone la articulación entre Gobierno, generadores de residuos, operadores de las plantas de tratamiento y transportistas.

Por normativa, la disposición final de los residuos queda a cargo de sus generadores. Empresarios representantes de las plantas de tratamiento, señalan a Barrick como uno de los generadores principales y, por ende, la encargada del traslado de las cenizas fuera del PIC. Barrick, junto con Shandong Gold, operan el proyecto minero de Veladero. La firma que resulta de esta unión es la responsable de asumir los costos correspondientes al operativo de traslado. Así, ya en marcha el programa, los últimos días de marzo partió a Neuquén el primer camión de cenizas desde la empresa Eco San Juan S.A.
Si bien el Gobierno logró instar a la minera a actuar sobre su pasivo ambiental, el traslado de las cenizas representa sólo el comienzo de un extenso proceso de remediación. Entre los empresarios de las operadoras hay opiniones disímiles sobre la medida. Desde la Secretaría de Ambiente se prevé la construcción un relleno propio para la provincia en los próximos años. Esta fue la demanda inicial de los empresarios de las plantas operadoras de residuos peligrosos.
Cenizas mineras a la intemperie: una responsabilidad compartida
En San Juan los residuos peligrosos tienen un destino principal: el Parque Industrial de Chimbas (PIC). Asentadas allí, son tres las empresas que operan sobre los residuos peligrosos generados en la provincia: Eco San Juan S.A., BioCordillerana y TeCMA S.A. Cada una de estas empresas debe contar con requisitos y autorizaciones expedidas por la Secretaría de Ambiente para operar. En estas tres plantas se encuentran acopiadas las cenizas.
Las empresas se encargan del tratamiento de los residuos que, en muchos casos, requieren de su quema e incineración en hornos pirolíticos. Al provenir de residuos peligrosos, como los residuos mineros, las cenizas generadas podrían albergar restos de químicos tóxicos o metales pesados y, por ende, deben tener un tratamiento adecuado y ser resguardadas.

Los residuos peligrosos que tratan las empresas provienen de diversos sectores como clínicas, hospitales, centros de salud, la industria química y automotriz. Sin embargo, según declaraciones de los empresarios, la industria minera es una de las principales generadoras de residuos peligrosos de la provincia.
Durante años de quema de residuos peligrosos, las plantas de tratamiento han acumulado un caudal de cenizas que, se estima, supera las 1000 toneladas. A principios del 2024, representantes de las operadoras acudieron al Gobierno provincial con la necesidad de darle disposición final a las cenizas para poder seguir operando en el PIC. Fue allí cuando salió a la luz que muchas de esas cenizas se encontraban a la intemperie, lo que podría implicar un riesgo ambiental por su volatilidad, por estar expuestas a vientos y lluvias y por la potencial contaminación de aguas subterránea. Además, también se puso en cuestión el nivel de toxicidad de las cenizas, principalmente aquellas provenientes de residuos de la minería.
El hallazgo de las cenizas a la intemperie no sólo suscitó preocupación en los vecinos de la zona. Visibilizó, en primer lugar, el incumplimiento de Ley 24.051 de Residuos Peligrosos por parte de las empresas de tratamiento; en segundo lugar, la falta de control del Estado —en este caso la Secretaría de Ambiente— como autoridad de aplicación. Y, en tercer lugar, visibilizó la desidia de las empresas generadoras como la Barrick en dar disposición final a sus residuos peligrosos y hacerse cargo de los pasivos ambientales.
La respuesta de Gobierno frente a esta problemática se postergó a lo largo de los años y las distintas gestiones hasta llegar al estado de acumulación de cenizas que cayó en manos del orreguismo con Federico Ríos a la cabeza de la Secretaría de Ambiente.
Reacciones cruzadas
Sergio Vallejos, liberal ex candidato a gobernador, es dueño de BioCordillerana. Vallejos es el principal denunciante de Barrick por sus incumplimientos. «Cuando vos generas el residuo te tenés que preocupar de donde se va a acopiar, quién lo va a trasladar, qué empresa lo va a tratar y qué se va a hacer con las cenizas. Barrick nunca se ocupó de la etapa final», declara el empresario.
Vallejos denuncia tener la mitad de la planta de BioCordillerana ocupada por cenizas de la empresa minera.
Nos ven como sudacas y que vienen a hacer lo que quieren con nosotros», manifiesta.

Por su parte, Eco San Juan S.A. es una de las empresas más antigua en el tratamiento de residuos peligrosos de la provincia. Es también la primera empresa en comenzar con el programa de Gobierno para retirar las cenizas. De su planta salieron los primeros camiones hacia EcoPolo, el relleno de seguridad de Neuquén.
Rodolfo Piola, representante de Eco San Juan S.A., difiere con Vallejos. «La empresa Barrick no ha tenido ningún problema con nosotros a lo largo de 22 años. El que contrata tiene la obligación de terminar el circuito. No se termina el circuito entregándose al operador. Barrick ha asumido ese compromiso desde su generación y lo está llevando a cabo con la supervisión de Mediombiente», declara el empresario.
Al ser consultado por la generación de residuos peligrosos, Piola alegó que:
La minera es uno de los mayores generadores de residuos pero también uno de los mayores motores de la economía de San Juan».
Quien no está del todo conforme con la decisión de Gobierno es el director ejecutivo de TeCMA S.A., Ernesto Peñafort. Para Peñafort, la iniciativa es solo un parche. «Para satisfacer una inquietud periodística que dijeron que había cenizas tóxicas en el PIC, el Gobierno de la provincia exigió a Barrick que diera una solución pero es un parche, no una solución definitiva», señaló el empresario.

Peñafort asegura que la mejor decisión sería invertir en un relleno de seguridad provincial y que eso, además, otorgaría seguridad jurídica a las empresas mineras para dar destino final a las cenizas: «Llevar las cenizas a Neuquén tiene un costo enorme, que lo va a pagar Barrick, pero con eso se podría haber hecho el relleno de seguridad que da una solución definitiva e integral».
¿Cenizas tóxicas?
Al ser consultados acerca de la toxicidad de las cenizas y su peligrosidad para la población, los tres empresarios coincidieron en que no representan un riesgo y que cuentan con todas las pruebas y permisos correspondientes. “Las cenizas no son toxicas porque sus residuos ya han sido incinerados. Son cenizas inertes, no tienen contenido de metales pesados”, asegura Vallejos.
Por parte de Eco San Juan S.A., Piola confirma: «En 22 años de trabajo, ningún personal ha tenido ningún conflicto de salud. Tomamos todas las precauciones y ellos mismos las toman». En la misma línea, Peñafort, director ejecutivo de TeCMA S.A. expresó que «la Secretaría de Ambiente ha hecho análisis donde puede constatar que no son tóxicas. Si fueran tóxicas yo tendría muerto a los 60 empleados que tengo en la compañía».
*Este medio intentó comunicarse en reiteradas oportunidades con la Secretaría de Ambiente y Barrick para acceder a los informes de impacto ambiental pero no recibió respuestas.