Gajes del oficio: editar, publicar y comercializar libros

En el marco del Día Internacional del Libro, desde La Mecha hablamos con Gabriel Álvarez que, junto a Diana Castro, son dueños de la librería independiente Desnivel y con Damián López, editor de El Andamio, una editorial local de poesía que ha editado autores de todo el país.

Mayo y abril son meses en los que el libro cobra protagonismo: el 23 de abril se celebra el Día Internacional del Libro. En Argentina, hace 48 años que se realiza la Feria Internacional del Libro en Buenos Aires, actividad que genera un gran movimiento de la actividad librera nacional. Pero, hoy en día ¿seguimos apostando a la publicación, la compra y la lectura de libros en papel? ¿Cómo se editan, publican y comercializan libros lejos de los grandes circuitos centralistas?

Según la última Encuesta Nacional de Consumos Culturales, quienes tienen entre 13 y 29 años son los grupos etarios que más leen. La encuesta también afirma que el formato papel sigue siendo elegido en todas las edades, estratos socioeconómicos, géneros y regiones del país: el 48% de la población leyó libros en papel durante 2022, ya sea habitual u ocasionalmente.

Desde La Mecha hablamos con Gabriel Álvarez que, junto a Diana Castro, son dueños de la librería independiente Desnivel y con Damián López, editor de El Andamio, una editorial de poesía que comenzó en 2007, ha publicado autores de varias provincias y fue creciendo paulatinamente con el pasar de los años.

Rubro librería

En una esquina de la calle Hipólito Irigoyen hay un cubículo atestado de libros, extensión de la casa de Diana y Gabriel. Gabriel cuenta que en 2011 arrancaron con un kiosco de diarios en la calle Salta antes de Libertador y fueron volcándose cada vez más a los cómics y a los libros hasta que el kiosco quedó chico. En 2018 decidieron dar el salto y mudarse para ampliar Desnivel que es hoy una librería independiente y acogedora con títulos de grandes y pequeñas editoriales nacionales e internacionales. Atendida por ellos mismos y custodiada por sus mascotas, Desnivel también se caracteriza por su amplia oferta de cómics y mangas que cuenta con una clientela fiel.

En febrero del 2024, Juan Manuel Pampín, presidente de la Cámara Argentina del Libro y de ediciones Corregidor, afirmó que la venta de libros en la Argentina había caído un 30% en comparación con el año anterior. Los números de Gabriel van en sintonía con las declaraciones: “Hasta hace seis meses atrás, yo creía que tenía la vida organizada: tener la librería, trabajar… A partir de febrero, me di cuenta que no, que con esta nueva política de liberar todo me parece que no es tan sencillo mirar a futuro. Nosotros en febrero, vendimos creo que 26 libros, sin contar lo que es manga. Eso significa poco”.

Gabriel Álvarez y Diana Castro con su mascota. Foto cortesía Diario Huarpe.

El librero explica que “desde fin del año pasado y lo que va de este que, al haber pocas ventas, tampoco podés seguir invirtiendo. Vamos sobreviviendo día a día e invertís en algunas cositas”. Como la librería forma parte de una extensión de su casa, les permite aliviar gastos importante, como el alquiler de un local externo, e invertir en libros.

Sobre las demandas del público Gabriel cuenta: “tenemos mucho público de literatura juvenil. Creo que se está leyendo y escribiendo mucha literatura juvenil de ficción y romántica pero más moderna, digamos, con todo lo que pasa hoy en día con las redes sociales. Después hay un fenómeno que no me canso de repetir: autoras como Mariana Enriquez, Gabriela Cabezón Cámara o Selva Almada, escritoras que nos han empezado a pedir mucho y tratamos de tener”

A pesar de llevar muchos años en el rubro, Gabriel todavía no se anima a llamarse librero. “Yo todavía no me siento un gran librero porque no puedo recomendar cualquier cosa y es difícil recomendar porque hay gustos para todo y por ahí uno no la ve. Pero estar acá me parece que es un trabajo en el que todos los días se aprende y mucho, principalmente con lo que uno absorbe del cliente que viene”.

La atención de Desnivel es personalizada y amable. En la calma del local se pueden recorrer los estantes en busca del libro indicado y perderse en la variedad de títulos y editoriales. “Es difícil mantener el conocimiento de qué libros tenés. Por eso sí nos preocupamos, tratamos de saber todo lo que tenemos. Creo que la librería también es un poco el reflejo de lo que a uno le gusta», dice Gabriel.

Editar y publicar

La idea de El Andamio nació por el año 2007 a partir del uso de técnicas de encuadernación y fabricación manuales. El primer libro que publicaron fue “Fantasmas en el espejo” de la poeta Adriana Luna y así comenzó la editorial que al día de hoy, ya con un proceso de producción más industrializado, ha editado libros de poesía de autores de todo el país.

Damián López es editor, escritor, trabajador en la editorial de la Universidad Nacional de San Juan y también se ha desempeñado como docente y gestor cultural. Actualmente, es organizador de la Feria Manija y coordina talleres literarios. “Lo que me interesa es poder ser parte de un proceso de visibilización de buena literatura. Mi objetivo es que si hay una buena obra, esa obra pueda circular y más gente la pueda conocer a través de un objeto físico como es el libro en papel”, explica el editor.

El Andamio es una editorial que se propone publicar, no aquellos autores que tienen la capacidad de pagar la publicación de su obra, si no aquellos comprometidos con la construcción del libro como parte de un proceso artístico y creativo. Para eso, el editor trabaja con un sistema particular: “el trato que yo hago con los autores es que yo hago tiradas pequeñas y el autor recibe el 10% de la tirada y con esos libros puede hacer lo que quiera: venderlos, regalarlos. Tampoco me quedo con los derechos de la obra. Si el autor decide publicarla en otro lado al mismo tiempo puede hacerlo también”.

Damián cuenta que, en el 2023, la inflación para el sector editorial fue tres veces mayor que para la canasta básica. “Nosotros tuvimos procesos de hasta el 400% de inflación en el año 2023 en lo que es costo del papel, distribución e importación de materias primas. Estoy pagando los libros hasta cuatro veces más de lo que los pagaba a finales del 2022, o sea hace menos de dos años”.

En cuanto a la distribución de los libros, López explica que, a lo largo de los años, los espacios que más han favorecido la venta son los espacios de venta directa como ferias, presentaciones de libros o festivales.

Libro y libre mercado

A fines del 2023, cuando el Gobierno de Javier Milei presentó el proyecto de la llamada Ley Ómnibus, no dejó fuera de sus reformas a la industria del libro. En el artículo n° 60 establece: “Derógase la Ley N° 25.542 de precio uniforme de venta al público de libros”. Esta norma, conocida como Ley de Defensa de la Actividad Librera,  busca proteger a pequeñas y medianas librerías frente a las lógicas comerciales de los grandes actores como cadenas o supermercados. Según esta ley, editores, importadores y representantes de libros deben fijar un precio uniforme de venta al público (PVP); esto significa que los ejemplares tienen el mismo precio en cualquier punto de venta. De aprobarse la ley Ómnibus, el mercado de libros quedará sujeto a la libre regulación de la oferta y la demanda, desamparando así a pequeños y medianos comercios del rubro.

Frente a las tendencias de las grandes editoriales, las editoriales pequeñas y medianas, al igual que las librerías independientes, son fundamentales para garantizar lo que se conoce como “bibliodiversidad”.

Lo mismo que pasa en televisión o en la música, que todas las canciones suenan igual, también pasa en la literatura: todos los libros hablan de lo mismo, o historias de amor adolescente, o una intriga muy superficial sin profundidad, sin densidad estética, sin preocuparse demasiado por la escritura. Nosotros estamos acá para decir esto no es lo único que existe, también existimos y hay otra forma de escribir, de publicar, de entender el trabajo con el lenguaje”,

Damián lópez

Con respecto a las políticas públicas para la actividad librera, el editor admite que todavía hay mucha confusión todavía sobre el sector editorial. «Hay gente que no entiende la diferencia entre una editorial y una imprenta. Hay mucha desinformación y mucha diría ignorancia voluntaria. Sabemos que un libro no es tan espectacular como un mega recital o como un evento deportivo pero el libro es un objeto estructural y estructurante en nuestra cultura”. Por eso, López entiende los libros como un objeto político, histórico y cultural: “somos muchos los que queremos apostar a la construcción de políticas que nos permitan trabajar de forma autónoma y no hablo necesariamente de crear subsidios, si no de poder trabajar mejor”.

Todos los años, San Juan, al igual que otras provincias, participa con su stand provincial en la Feria Internacional del Libro en Buenos Aires. Sin embargo, este año San Juan no asistirá al evento por falta de presupuesto y porque, además, la gestión anterior dejó una deuda de alrededor de 10 millones de pesos por el alquiler del espacio del stand en la gestión pasada.

Desde 2004 San Juan venía asistiendo a la Feria en Buenos Aires para promocionar no solo la producción literaria provincial sino también la actividad editorial, cultural y turística. Este año San Luis, Mendoza y La Rioja tampoco asistirán.  Lo que sí garantizará el Gobierno será la ayuda a 22 bibliotecas populares para que puedan viajar y comprar los libros al 50% del costo con fondos de la Comisión Nacional de Bibliotecas Populares (CONABIP).

Para Damián López, como para muchos, en momentos en que se pone en jaque la importancia y el financiamiento del sector cultural, hacer poesía se convierte también en una práctica de resistencia política. “Todas las personas que nos dedicamos de alguna manera a la cultura y al arte lo hacemos por una pulsión que es mucho más fuerte que la económica. Actores ,músicos, escritores, artistas plásticos y visuales: todos estamos en esto porque hay un placer y un goce que trasciende el beneficio económico entonces no nos vamos a detener».

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