Las políticas las diseñan quienes viajan en auto

El sector del transporte público en la provincia de San Juan, que constituye uno de los servicios más importantes a nivel económico y social, presenta un sin fin de deficiencias que no puede menos que calificarse de lamentable. Es por ello que en este artículo nos proponemos analizar algunos de los principales aspectos que constituyen el gran tropiezo de las políticas destinadas a este campo.

La histórica y creciente inequidad distributiva de los subsidios al transporte arrojan la necesidad de una revisión y reconstrucción del sistema de repartición, que permitan dirigir mayores beneficios a los segmentos de la población que más lo necesitan. En este sentido, es necesario entender al transporte público como un derecho habilitante, ya que como proveedor de movilidad, es un insumo para el acceso de otros derechos como la educación, la salud y el empleo.

El Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) absorbe gran parte de los subsidios nacionales, causando una concentración que genera como consecuencia una importante disparidad que repercute social y económicamente en la cotidianidad de la ciudadanía. Esto indica la presencia de importantes errores de inclusión y una filtración del subsidio a lugares que menos lo necesitan. 

Esta diferencia distributiva afecta directamente a la economía de las personas. Mientras que en los lugares donde se concentra la asignación del subsidio el boleto se sostiene entre los 18 y 20 pesos, en San Juan varía entre los 30 y 117 pesos. Esto evidencia la necesidad de una urgente reestructuración de los montos destinados a cada jurisdicción del país y representa el punto de partida para lograr un cambio profundo en el sistema de transporte público de pasajeros.

Como planta rodante en desierto 

Desde que se viralizó el caso de Romina Cortez, una docente vallista que espera 4 horas la llegada del colectivo, se comenzó a problematizar con mayor profundidad las deficiencias del transporte público en la provincia. Poca frecuencia, tarifas elevadas, centralización de los ómnibus en el Gran San Juan, son algunas de las problemáticas que  padecen los sanjuaninos día a día. 

Para seguir evidenciando la deplorable situación de la prestación del servicio, tomamos contacto con dos trabajadores que residen en el departamento de Sarmiento y que cotidianamente tienen dificultades para el cumplimiento de sus actividades laborales y de disfrute a causa de una inexistente política que apunte a un acceso más igualitario y de buena calidad.

Silvana Ballester es una docente residente de Media Agua, Sarmiento, y da clases en una escuela ubicada en Cochagual Norte. Silvana no puede utilizar el transporte público para trasladarse al establecimiento educativo por la poca frecuencia que poseen las dos líneas que pasan por su localidad. “El tema de los horarios dificulta mucho a la hora de llegar al trabajo. En el caso mío, tengo que estar a las 7:45 hs en la escuela y el primer colectivo está saliendo a las 8:45 de Media Agua, porque ese ómnibus viene de Caucete. En cuanto al colectivo de la otra empresa, sale a las 6 de la mañana y me deja a 5 km de la escuela. Si bien yo me podría ir en ese, estaría llegando a las 7 de la mañana y es muy peligroso caminar sola a esa hora, porque en invierno todavía es de noche”, expresó la docente. A esto se le suma que si la movilidad se descompone quedan a la deriva durante más de tres horas hasta que pase el siguiente, porque no tienen ningún sistema de refuerzo ante estos inconvenientes. “La verdad es que esto afecta a la comunidad en general, porque representa un problema no sólo para ir al trabajo sino también para acceder a la salud pública. La gente de la zona sufre mucho el tema del transporte. Si yo no tuviera auto, que además es un gran gasto, no podría ir a trabajar o tendría que hacer lo mismo que hacen muchas otras maestras, que es ir a dedo”, concluyó Silvana. Por parte de la institución, en conjunto con los padres de los estudiantes y las docentes, se realizan notas para reclamar esta situación pero nunca tienen una respuesta concreta. 

Por otro lado, Luis Casivar es otro sarmientino que reside en Cochagual y tiene problemas con la frecuencia y el despliegue del transporte público. Este jóven de 33 años se desempeña como pastelero y para poder capacitarse en Capital tiene que viajar hasta Caucete y desde allí tomar otro colectivo para poder llegar a su destino. A esto se le suma que durante la pandemia no fueron actualizando los horarios en relación a la mejora del estatus sanitario y, por ende, se manejan con la disposición horaria de las primeras fases del aislamiento. En este sentido, cabe destacar que los días hábiles a las 20:30 se corta el servicio y los domingos la empresa El Triunfo no pasa por esa localidad.

Una mirada holística de la nueva normalidad: los funcionarios y el ideal discursivo de la pre-pandemia

La pandemia causada por el Covid-19 afectó todos los aspectos de nuestras vidas y puso en jaque un sistema que no duerme ni descansa. La cotidianidad productiva acelerada de la pre-pandemia no daba lugar para detenerse a repensar las estructuras desiguales. La emergencia sanitaria puso en evidencia la falta de políticas públicas destinadas a reducir las brechas sociales y económicas que cada vez se profundizan más. 

En este sentido, el transporte público como derecho habilitante se vio ampliamente afectado. El precio del boleto aumenta y la calidad del servicio y la frecuencia descienden. Las promesas de una mejora se caen al pronunciarse el ideal discursivo de la vuelta a la vieja normalidad. Los funcionarios locales quieren convencer a la ciudadanía con la promesa incierta de una derrota al virus y el pronto retorno a la vida de antes. Una vida, que a su parecer, no presentaba problemáticas.

En el marco de una actividad realizada por la Agencia Nacional de Seguridad (ANSV) y la Asociación de Periodistas de Tránsito y Transporte de Argentina, en la provincia de Mendoza, el Secretario de Tránsito y Transporte de San Juan, Jorge Armendáriz expresó que en octubre las frecuencias de colectivos serán como en el 2019. “Ya salió la resolución para pedirle a todos los empresarios del transporte restablecer las frecuencias y servicios tal cual era en el 2019”, dijo el titular del área. Con este pronunciamiento podemos evidenciar la mirada retrospectiva y el desconocimiento de las vivencias de la población. Las problemáticas en materia de transporte público existen desde antes de la pandemia y el retorno al viejo sistema no representa un cambio que mejore las condiciones en las que viajan los sanjuaninos. La población demanda una visión prospectiva, integral y descentralizada en la restructuración de un servicio no efectivo. Pero en definitiva, las políticas públicas las diseñan quienes viajan en auto. 

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